Guatemala

El único equipo solo cubre 100 Km

Guatemala necesita un radar primario contra el tráfico aéreo asociado al narcotráfico

25/04/2011





(Infodefensa.com) Por A.López, San Salvador - Gran parte del territorio guatemalteco estaría a merced de los vuelos ilegales, debido a la falta de un radar primario que cubra todo el país o al menos la mayoría de la zona utilizada por el tráfico aéreo asociado al narcotráfico y otros ilícitos.
La razón de que la mayor parte del territorio guatemalteco sea prácticamente libre a las aeronaves ilegales es que Guatemala posee un solo radar primario, el cual apenas abarca un radio de 100 kilómetros alrededor del Aeropuerto Internacional La Aurora, en la capital. Así lo confirmó el director de Aeronáutica Civil de Guatemala, Juan José Carlos, en publicación del periódico guatemalteco Prensa Libre.
Debido a que el radar primario se encuentre en la ciudad capital, deja sin control amplias zonas del país, como Petén, Izabal, Alta Verapaz y Quiché, o el Océano Pacífico, las cuales suelen ser rutas utilizadas por avionetas para narcotráfico, contrabando o trata de personas, explicó Carlos.
“Tenemos un radar primario en la capital y cuatro radares secundarios en todo el territorio; es decir, para las aeronaves legales, con equipo de monitoreo (abordo), tenemos un control total; sin embargo, las aeronaves ilegales transitan sin ser detectadas”, dijo Carlos.
Por esa razón, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) está en proceso de comprar tres radares primarios, para ampliar la cobertura y con ello garantizar la soberanía del territorio.
“Los radares secundarios están en funcionamiento y solo captan la señal de los legales, pero los ilegales pasan sin que los veamos”, agregó el titular de la DGAC.
La misma edición de Prensa Libre da cuenta que el alcance del radar primario es de unas 60 millas o al menos 100 kilómetros alrededor del aeropuerto La Aurora. Según Omar Rodas, vicepresidente del Colegio de Ingenieros, esa área equivale a unos 31.000 kilómetros cuadrados, o sea solo el 28% del territorio guatemalteco, que consta de un total de 108.889 kilómetros cuadrados.
El radio de cobertura se puede reducir aún más, debido a que existen accidentes geográficos naturales, como volcanes y montañas, que limitan el alcance de las ondas del radar. Una prueba de la falta de control ocurrió el 1 de marzo pasado, cuando una avioneta cayó sobre un área de manglares, en Iztapa, Escuintla.
La DGAC informó que la aeronave no contaba con plan de vuelo autorizado y en el accidente resultó herido el colombiano Jorge Alberto Viveros Duarte, de 68 años, quien se identificó con una cédula de Huehuetenango, departamento de Guatemala.
Al parecer, según el director de Aeronáutica, los pilotos de las “narcoavionetas” ya conocen de los vacíos en el control del espacio aéreo guatemalteco y han creado corredores aéreos donde conocen que no hay supervisión de radar primario.
“Los mismos traficantes ya lo saben y no vuelan por las áreas donde tenemos control; hay un corredor ciego que utilizan por Puerto Barrios; Playa Grande, Quiché, y de ahí a México, por toda el área de Izabal, Alta Verapaz, Quiché y el área baja de Petén y sobre el Océano Pacífico, porque ahí no tenemos forma de seguirlos”, admitió Carlos.
Según Carlos, el Ministerio de la Defensa tampoco tiene radares, y la única información de trazas ilegales la brinda Estados Unidos, que obtiene datos cuando alguna aeronave sale de otro país.
Los estadounidenses mantienen desde el año 2000 una Base de Monitoreo a vuelos ilegales en el vecino El Salvador. Cuando la DGAC guatemalteca capta un trayecto ilegal, da aviso al Ejército para que intente perseguir e interceptar la nave.
En otras ocasiones la forma de enterarse de un vuelo ilegal es cuando la aeronave sufre algún accidente o cuando es incendiada en tierra para borrar evidencias.

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