Conflictos de baja intensidad (C.BI.)
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Conflictos de baja intensidad (C.BI.)
PRINCIPIOS DEL CONFLICTO DE BAJA INTENSIDAD.
Como producto del estudio del pensamiento militar norteamericano sobre CBI podemos señalar la existencia de algunas categorías que emergen como los principios teóricos de la actividad; entendiendo como principios, aquellos conceptos que surgen reiteradamente en la realidad analizada y que se presentan con fuerza de leyes de la actividad.
Principio de Exterminio.
Cualquier gobierno, partido político, grupo político militar, organización social, empresa o individuo, que se oponga a los intereses de Estados Unidos con la suficiente fuerza como para ser percibido por la administración como un peligro para sus intereses, aunque sea potencial, provoca la movilización de todos los recursos necesarios en su contra hasta su total neutralización o eliminación.
Esta reacción “en defensa de sus intereses” puede involucrar algunos, o todos los niveles de la realidad social, niveles económicos, políticos, diplomáticos, militares, policiales, ideológicos, culturales, psicológicos, de comunicación, tanto de forma descubierta como encubierta, utilizando estructuras legales o clandestinas, que serán movilizadas con el objetivo común del aniquilamiento de la supuesta amenaza.
Bob Woodward reveló en el Washington Post el 16 de junio de 2002 que la administración Bush había discutido recientemente el posible empleo de equipos estadounidenses para asesinar a Saddam Hussein.
Estados Unidos planeó ese tipo de asesinatos en los años 50 y 60. Como consecuencia de la revelación de esos planes por el Comité de Iglesias del senado estadounidense en 1973, el presidente Ford promulgó en 1976 una orden ejecutiva prohibiendo esa práctica.
Pero es esa orden lo que se está poniendo ahora en cuestión.
Principio del control de la población.
En 1961 el Coronel Francés Roger Trinquier en su libro “La guerra Moderna” enunció, "hasta ahora en la guerra se ha luchado por el control del territorio, en al guerra moderna la lucha será por el control de la población".
Este objetivo estratégico ha orientado al diseño del C.B.I., por eso se ha hecho énfasis en acción cívica, operaciones psicológicas, diplomacia coercitiva.
Siendo lo primario la modificación de la conciencia de la población, a obtener a través del cambio en su sistema de valores, que debe involucionar de la solidaridad al individualismo, de la disciplina social al espontaneísmo, impulsando el desarrollo de las tendencias psicosociales caracterizadas por un profundo sentido de impotencia para decidir sobre su propio destino, lo que en Antropología Social se estudia como "cultura de la pobreza".
Principio de asimetría del esfuerzo.
1) Para el proceso agredido la exigencia es de intensidad máxima, conflicto de máxima intensidad, puesto que el diseño estratégico conlleva un proceso de desgaste y agotamiento de sus recursos defensivos en el largo plazo.
2) Para los Estados Unidos y sus aliados el esfuerzo es solo parcial, puesto que su participación nunca va a ser empleada en un enfrentamiento decisivo, ya que el éxito final será el resultado de la articulación de todos los medios y objetivos intervinientes en la agresión y no solamente de uno, aunque éste fuera el militar.
3) Para USA comprometido como tercera fuerza, externa, en apoyo a la contrarrevolución, el conflicto es limitado, tanto por los recursos que pone en juego como por los objetivos políticos que persigue.
Principio del aislamiento económico.
Bloqueo económico y embargo financiero, articulados con la presión sobre los organismos financieros internacionales para impedir el otorgamiento de créditos, son los instrumentos estratégicos de acción a largo plazo que van a cumplir sus objetivos a través de mediadores muy complejos, logrando modificaciones de la conciencia social de grandes sectores de la población.
Estos son indirectamente afectados por las restricciones económicas en el manejo del Estado, y directamente afectados por los procesos de hiperinflación y recesión, que se transforman en disminución del salario real, de los puestos de trabajo, y en aumento del costo de vida.
Todo esto tiene a constituirse en un caos económico estructural, que actúa como caldo de cultivo óptimo para el desarrollo de una forma de conciencia individual de supervivencia, que no deja espacio para la solidaridad o la acción social transformadora y menos aun para una practica de transformación social concreta.
Principio de mantenimiento de la iniciativa.
En el C.B.I. el agresor mantiene la iniciativa durante todo el período gracias a la enorme disparidad de las fuerzas enfrentadas lo que le permite ejercer una permanente flexibilidad estratégico - táctica.
Las respuestas del agredido siempre tienen un carácter reactivo, por lo tanto, parcial, de corto plazo, escasa profundidad, lo que le impide tomar la iniciativa real, con respecto a la situación en su conjunto si bien circunstancialmente logra revertir uno que otro hecho concreto.
La eventual alianza del agredido con la URSS no lograba compensar la disparidad inicial, ya que la doctrina militar soviética no fue capaz de captar a tiempo, los cambios sustanciales ocurridos en la doctrina militar norteamericana que desemboca en el CBI.
Principio de Integralidad.
El CBI es concebido, diseñado, y aplicado como una guerra total, que ataca hasta las raíces del problema que lo desencadena, utilizando la “voluntad nacional” del agresor como retaguardia para proyectar el “poder de la nación” en todos sus niveles, económicos, políticos, militares, informativos, diplomáticos.
Articulando todas las formas operacionales militares, políticas, demostraciones de fuerza, operaciones psicológicas, acción cívica, diplomacia coercitiva, contando además con la “unidad de mando como factor que asegura la consistencia estratégica en el mediano y largo plazo.
Principio del uso de la diplomacia coercitiva.
La presión diplomática en los organismos internacionales, va a ser reforzada por la utilización de estructuras regionales de negociación, que generen condiciones de legitimación de las fuerzas contrarrevolucionarias, a la vez que limiten las posibilidades de acción de las posiciones revolucionarias.
Procurando además generar confusión y desmovilización en el seno de éstas.
Principio de la Unidad de mando.
Desde su inicio la doctrina del C.B.I. insistió en la necesidad de lograr un mando unificado, que articulára el complejo mecanismo operativo que requiere su aplicación en el terreno.
Pasando por diversas etapas, lo logró plenamente con la ley de reorganización en 1989, cuando se estableció el “Comité para C.B.I.”, encargado de coordinar todas las instancias político-militares necesarias. Se creó una oficina de coordinación del CBI en la Secretaría del Presidente y en el Departamento de Defensa; se creó también un Comando Unificado dentro del Comando de Operaciones Especiales que depende directamente de la Junta de Jefes del Estado Mayor USA.
Principio de la necesidad de involucrar la “voluntad de la nación “ USA.
La lección de Vietnam, a partir de la cual se elaboró la concepción del CBI, señaló la necesidad de contar con el respaldo mayoritario de la población norteamericana y de sus representantes en el Congreso para hacer viable su acción operativa.
Esto determinó el uso masivo de la manipulación interna por los medios de comunicación, como fase preparatoria o paralela al desencadenamiento del conflicto.
Principio de legitimidad.
Siendo el objetivo final del C.B.I. el control de la población más que el control militar sobre el territorio, resulta de vital importancia para el agresor, el hecho de aparecer como defensor de los intereses concretos de algunos sectores sociales del país agredido, que los perciban como tales y les otorguen legitimidad a través de su apoyo.
Principio del uso de operaciones psicológicas.
El C.B.I. dará prioridad a las operaciones psicológicas en su amplia gama de acción, desde la utilización de la eliminación selectiva, y la tortura ejemplarizante, hasta la manipulación de los medios de comunicación locales y la instrumentalización de los líderes religiosos, políticos, laborales, campesinos.
Su objetivo es crear zonas de doble poder, a través de una relación de “disposición” con sectores importantes de la población.
Principio de superioridad en el Terreno.
El diseño del C.B.I. no prevé una solución puramente militar, pero establece que si el empleo de tropas norteamericanas se hace necesario, en el teatro, deben comprometerse en número suficiente, y con un apoyo logístico tal, que asegure la victoria aplastante en el más corto plazo posible.
Luego de establecido el control militar del terreno, se desarrollarán el resto de las acciones del C.B.I. para lograr sus objetivos finales de control de la población.
Principio de la intervención multilateral.
Si fuera absolutamente necesaria la participación de tropas de combate norteamericanas en el terreno, se intentará que no actúen solas, sino que se involucren en la intervención, fuerzas de otros países, sus alianzas regionales, o preferiblemente de la ONU.
Si esto no fuera posible, se espera contar al menos con el apoyo diplomático de esas organizaciones.
Principio de la demostración de fuerza.
Estados Unidos debe evitar en lo posible, participar en la acción militar directa en las zonas del CBI, pero debe llevar adelante operaciones de “demostración de fuerza”, que generen una situación de inestabilidad en el área, uso principal de las maniobras militares en áreas afectadas, que además, secundariamente contribuyen a tranquilizar a sus aliados en la región.
Principio de desarrollo estratégico de los objetivos.
La interacción de objetivos, medios y experiencias del C.B.I., producen una dinámica de permanente desarrollo de la doctrina, y de su capacidad de acción.
De ésta forma fue integrada una concepción “antiterrorista”, para dar respuesta a todos los niveles al accionar táctico-operativo, de algunas organizaciones del Medio Oriente, lo que abarcó desde la creación de grupos específicos dentro de las Fuerzas de Operaciones Especiales, Grupo Delta, hasta acciones diplomáticas.
Así se desarrolla toda una línea de acción destinada a combatir lo que llaman el “narcoterrorismo”, como una forma de desarrollo teórico-práctico del C.B.I., refiriéndose a vínculos reales de algunas organizaciones que se financian utilizando el narcotráfico, al igual que en el caso de Iran-Contras.
Principio de la guerra mundial contra el terrorismo.
Es la mas elevada síntesis del pensamiento ideológico político militar que se ha estructurado en la historia, y constituye además el paradigma de "guerra total" de mayor sofisticación intelectual jamas elaborado, apoyado en un nivel de sistemas de armamento y doctrina operativa sin posibles rivales en los próximos diez años.
Debemos reconocer que los avances doctrinarios no son sólo producto de los adelantos tecnológicos del sistema de armamento, sino del desarrollo de una línea de acción ideológica-política-militar, que expresa una concepción de pensamiento avanzada y que se sustenta sobre años de trabajo de cientos de analistas, científicos sociales, profesionales, intelectuales, que conforman equipos, think tanks, dedicados exclusivamente a producir conocimientos, capaces de orientar los diseños estratégico tácticos del Pentágono.
Principio de lógica operativa.
En el terreno, la estrategia se concreta en lineamientos militares claros y definidos, a este nivel el pensamiento militar adquiere una transparencia y definición que podemos percibir como una especie de belleza lógica, ya que deja de lado el hábito de encubrir sus necesidades con sucesivas capas de ideología, para ocultar los intereses ideológicos, económicos, políticos, militares, que orientan las acciones, como habitualmente deben hacer los políticos profesionales.
Principio de eliminación preventiva.
En número del International Journal of Intelligence and Counterintelligence (XV, 2, 2002), Jeffrey T. Richelson defiende abiertamente el “asesinato como una opción de seguridad nacional”. Vale la pena revisar sus argumentos: “No cabe pensar que la prohibición [de los asesinatos] deba ser absoluta [...] Sería más razonable argumentar que Estados Unidos debería seguir proscribiéndolos en la forma actual.
Según interpreta Estados Unidos la ley internacional, la muerte de dirigentes enemigos está permitida justamente en las situaciones en que es más probable que sean apropiadas: en medio de una guerra, durante una serie continuada de actos terroristas, o frente a un inminente ataque. Por eso la prohibición no impidió al presidente firmar en octubre de 2001 una orden que autorizaba el asesinato de Osama Bin Laden”.
http://aporrealos.com/forum/viewtopic.php?t=25602&start=75
Como producto del estudio del pensamiento militar norteamericano sobre CBI podemos señalar la existencia de algunas categorías que emergen como los principios teóricos de la actividad; entendiendo como principios, aquellos conceptos que surgen reiteradamente en la realidad analizada y que se presentan con fuerza de leyes de la actividad.
Principio de Exterminio.
Cualquier gobierno, partido político, grupo político militar, organización social, empresa o individuo, que se oponga a los intereses de Estados Unidos con la suficiente fuerza como para ser percibido por la administración como un peligro para sus intereses, aunque sea potencial, provoca la movilización de todos los recursos necesarios en su contra hasta su total neutralización o eliminación.
Esta reacción “en defensa de sus intereses” puede involucrar algunos, o todos los niveles de la realidad social, niveles económicos, políticos, diplomáticos, militares, policiales, ideológicos, culturales, psicológicos, de comunicación, tanto de forma descubierta como encubierta, utilizando estructuras legales o clandestinas, que serán movilizadas con el objetivo común del aniquilamiento de la supuesta amenaza.
Bob Woodward reveló en el Washington Post el 16 de junio de 2002 que la administración Bush había discutido recientemente el posible empleo de equipos estadounidenses para asesinar a Saddam Hussein.
Estados Unidos planeó ese tipo de asesinatos en los años 50 y 60. Como consecuencia de la revelación de esos planes por el Comité de Iglesias del senado estadounidense en 1973, el presidente Ford promulgó en 1976 una orden ejecutiva prohibiendo esa práctica.
Pero es esa orden lo que se está poniendo ahora en cuestión.
Principio del control de la población.
En 1961 el Coronel Francés Roger Trinquier en su libro “La guerra Moderna” enunció, "hasta ahora en la guerra se ha luchado por el control del territorio, en al guerra moderna la lucha será por el control de la población".
Este objetivo estratégico ha orientado al diseño del C.B.I., por eso se ha hecho énfasis en acción cívica, operaciones psicológicas, diplomacia coercitiva.
Siendo lo primario la modificación de la conciencia de la población, a obtener a través del cambio en su sistema de valores, que debe involucionar de la solidaridad al individualismo, de la disciplina social al espontaneísmo, impulsando el desarrollo de las tendencias psicosociales caracterizadas por un profundo sentido de impotencia para decidir sobre su propio destino, lo que en Antropología Social se estudia como "cultura de la pobreza".
Principio de asimetría del esfuerzo.
1) Para el proceso agredido la exigencia es de intensidad máxima, conflicto de máxima intensidad, puesto que el diseño estratégico conlleva un proceso de desgaste y agotamiento de sus recursos defensivos en el largo plazo.
2) Para los Estados Unidos y sus aliados el esfuerzo es solo parcial, puesto que su participación nunca va a ser empleada en un enfrentamiento decisivo, ya que el éxito final será el resultado de la articulación de todos los medios y objetivos intervinientes en la agresión y no solamente de uno, aunque éste fuera el militar.
3) Para USA comprometido como tercera fuerza, externa, en apoyo a la contrarrevolución, el conflicto es limitado, tanto por los recursos que pone en juego como por los objetivos políticos que persigue.
Principio del aislamiento económico.
Bloqueo económico y embargo financiero, articulados con la presión sobre los organismos financieros internacionales para impedir el otorgamiento de créditos, son los instrumentos estratégicos de acción a largo plazo que van a cumplir sus objetivos a través de mediadores muy complejos, logrando modificaciones de la conciencia social de grandes sectores de la población.
Estos son indirectamente afectados por las restricciones económicas en el manejo del Estado, y directamente afectados por los procesos de hiperinflación y recesión, que se transforman en disminución del salario real, de los puestos de trabajo, y en aumento del costo de vida.
Todo esto tiene a constituirse en un caos económico estructural, que actúa como caldo de cultivo óptimo para el desarrollo de una forma de conciencia individual de supervivencia, que no deja espacio para la solidaridad o la acción social transformadora y menos aun para una practica de transformación social concreta.
Principio de mantenimiento de la iniciativa.
En el C.B.I. el agresor mantiene la iniciativa durante todo el período gracias a la enorme disparidad de las fuerzas enfrentadas lo que le permite ejercer una permanente flexibilidad estratégico - táctica.
Las respuestas del agredido siempre tienen un carácter reactivo, por lo tanto, parcial, de corto plazo, escasa profundidad, lo que le impide tomar la iniciativa real, con respecto a la situación en su conjunto si bien circunstancialmente logra revertir uno que otro hecho concreto.
La eventual alianza del agredido con la URSS no lograba compensar la disparidad inicial, ya que la doctrina militar soviética no fue capaz de captar a tiempo, los cambios sustanciales ocurridos en la doctrina militar norteamericana que desemboca en el CBI.
Principio de Integralidad.
El CBI es concebido, diseñado, y aplicado como una guerra total, que ataca hasta las raíces del problema que lo desencadena, utilizando la “voluntad nacional” del agresor como retaguardia para proyectar el “poder de la nación” en todos sus niveles, económicos, políticos, militares, informativos, diplomáticos.
Articulando todas las formas operacionales militares, políticas, demostraciones de fuerza, operaciones psicológicas, acción cívica, diplomacia coercitiva, contando además con la “unidad de mando como factor que asegura la consistencia estratégica en el mediano y largo plazo.
Principio del uso de la diplomacia coercitiva.
La presión diplomática en los organismos internacionales, va a ser reforzada por la utilización de estructuras regionales de negociación, que generen condiciones de legitimación de las fuerzas contrarrevolucionarias, a la vez que limiten las posibilidades de acción de las posiciones revolucionarias.
Procurando además generar confusión y desmovilización en el seno de éstas.
Principio de la Unidad de mando.
Desde su inicio la doctrina del C.B.I. insistió en la necesidad de lograr un mando unificado, que articulára el complejo mecanismo operativo que requiere su aplicación en el terreno.
Pasando por diversas etapas, lo logró plenamente con la ley de reorganización en 1989, cuando se estableció el “Comité para C.B.I.”, encargado de coordinar todas las instancias político-militares necesarias. Se creó una oficina de coordinación del CBI en la Secretaría del Presidente y en el Departamento de Defensa; se creó también un Comando Unificado dentro del Comando de Operaciones Especiales que depende directamente de la Junta de Jefes del Estado Mayor USA.
Principio de la necesidad de involucrar la “voluntad de la nación “ USA.
La lección de Vietnam, a partir de la cual se elaboró la concepción del CBI, señaló la necesidad de contar con el respaldo mayoritario de la población norteamericana y de sus representantes en el Congreso para hacer viable su acción operativa.
Esto determinó el uso masivo de la manipulación interna por los medios de comunicación, como fase preparatoria o paralela al desencadenamiento del conflicto.
Principio de legitimidad.
Siendo el objetivo final del C.B.I. el control de la población más que el control militar sobre el territorio, resulta de vital importancia para el agresor, el hecho de aparecer como defensor de los intereses concretos de algunos sectores sociales del país agredido, que los perciban como tales y les otorguen legitimidad a través de su apoyo.
Principio del uso de operaciones psicológicas.
El C.B.I. dará prioridad a las operaciones psicológicas en su amplia gama de acción, desde la utilización de la eliminación selectiva, y la tortura ejemplarizante, hasta la manipulación de los medios de comunicación locales y la instrumentalización de los líderes religiosos, políticos, laborales, campesinos.
Su objetivo es crear zonas de doble poder, a través de una relación de “disposición” con sectores importantes de la población.
Principio de superioridad en el Terreno.
El diseño del C.B.I. no prevé una solución puramente militar, pero establece que si el empleo de tropas norteamericanas se hace necesario, en el teatro, deben comprometerse en número suficiente, y con un apoyo logístico tal, que asegure la victoria aplastante en el más corto plazo posible.
Luego de establecido el control militar del terreno, se desarrollarán el resto de las acciones del C.B.I. para lograr sus objetivos finales de control de la población.
Principio de la intervención multilateral.
Si fuera absolutamente necesaria la participación de tropas de combate norteamericanas en el terreno, se intentará que no actúen solas, sino que se involucren en la intervención, fuerzas de otros países, sus alianzas regionales, o preferiblemente de la ONU.
Si esto no fuera posible, se espera contar al menos con el apoyo diplomático de esas organizaciones.
Principio de la demostración de fuerza.
Estados Unidos debe evitar en lo posible, participar en la acción militar directa en las zonas del CBI, pero debe llevar adelante operaciones de “demostración de fuerza”, que generen una situación de inestabilidad en el área, uso principal de las maniobras militares en áreas afectadas, que además, secundariamente contribuyen a tranquilizar a sus aliados en la región.
Principio de desarrollo estratégico de los objetivos.
La interacción de objetivos, medios y experiencias del C.B.I., producen una dinámica de permanente desarrollo de la doctrina, y de su capacidad de acción.
De ésta forma fue integrada una concepción “antiterrorista”, para dar respuesta a todos los niveles al accionar táctico-operativo, de algunas organizaciones del Medio Oriente, lo que abarcó desde la creación de grupos específicos dentro de las Fuerzas de Operaciones Especiales, Grupo Delta, hasta acciones diplomáticas.
Así se desarrolla toda una línea de acción destinada a combatir lo que llaman el “narcoterrorismo”, como una forma de desarrollo teórico-práctico del C.B.I., refiriéndose a vínculos reales de algunas organizaciones que se financian utilizando el narcotráfico, al igual que en el caso de Iran-Contras.
Principio de la guerra mundial contra el terrorismo.
Es la mas elevada síntesis del pensamiento ideológico político militar que se ha estructurado en la historia, y constituye además el paradigma de "guerra total" de mayor sofisticación intelectual jamas elaborado, apoyado en un nivel de sistemas de armamento y doctrina operativa sin posibles rivales en los próximos diez años.
Debemos reconocer que los avances doctrinarios no son sólo producto de los adelantos tecnológicos del sistema de armamento, sino del desarrollo de una línea de acción ideológica-política-militar, que expresa una concepción de pensamiento avanzada y que se sustenta sobre años de trabajo de cientos de analistas, científicos sociales, profesionales, intelectuales, que conforman equipos, think tanks, dedicados exclusivamente a producir conocimientos, capaces de orientar los diseños estratégico tácticos del Pentágono.
Principio de lógica operativa.
En el terreno, la estrategia se concreta en lineamientos militares claros y definidos, a este nivel el pensamiento militar adquiere una transparencia y definición que podemos percibir como una especie de belleza lógica, ya que deja de lado el hábito de encubrir sus necesidades con sucesivas capas de ideología, para ocultar los intereses ideológicos, económicos, políticos, militares, que orientan las acciones, como habitualmente deben hacer los políticos profesionales.
Principio de eliminación preventiva.
En número del International Journal of Intelligence and Counterintelligence (XV, 2, 2002), Jeffrey T. Richelson defiende abiertamente el “asesinato como una opción de seguridad nacional”. Vale la pena revisar sus argumentos: “No cabe pensar que la prohibición [de los asesinatos] deba ser absoluta [...] Sería más razonable argumentar que Estados Unidos debería seguir proscribiéndolos en la forma actual.
Según interpreta Estados Unidos la ley internacional, la muerte de dirigentes enemigos está permitida justamente en las situaciones en que es más probable que sean apropiadas: en medio de una guerra, durante una serie continuada de actos terroristas, o frente a un inminente ataque. Por eso la prohibición no impidió al presidente firmar en octubre de 2001 una orden que autorizaba el asesinato de Osama Bin Laden”.
http://aporrealos.com/forum/viewtopic.php?t=25602&start=75
Última edición por aquiles el Dom 28 Mar - 18:15, editado 1 vez
aquiles- Distinguido
- Cantidad de envíos : 1589
Fecha de inscripción : 10/04/2009
Re: Conflictos de baja intensidad (C.BI.)
EL CONFLICTO DE BAJA INTENSIDAD
Si consideramos los conflictos en una escala, podíamos clasificarlos en: Conflictos de Alta Intensidad = Nuclear; Conflicto de Media Intensidad = Guerra convencional, y Conflicto de Baja Intensidad = Todos los demás conflictos en donde se pongan en peligro los intereses nacionales de todo tipo, así como los conflictos internacionales como consecuencia de los pactos de seguridad y defensa contraídos con otras Naciones, con una condición: solo interviene parte del ejército y la acción se desarrolla en una parte de la nación.
El conflicto de BAJA INTENSIDAD (CBI) exige que el problema se aborde mediante un enfoque de factores sociales, económicos, políticos y militares entrelazados. Como consecuencia de todo lo anteriormente expuesto sobre la seguridad y las consecuencias de los cambios existentes en el mundo y en España, el CBI es el problema estratégico más importante al que se debe enfrentar el Gobierno de nuestra Nación. El CBI comprende al TERRORISMO, la guerra no convencional, las operaciones de guerrillas, las guerras revolucionarias, operaciones contra el narcotráfico, la subversión, el sabotaje, las luchas tribales, las luchas nacionalistas, misiones de paz, crimen organizado, lucha callejera, conflictos étnicos, guerras de origen religioso, etc.…
En EE.UU. los Jefes de Estados Mayores Conjuntos definieron el CBI como “una lucha limitada político-militar para alcanzar objetivos políticos, sociales, económicos y psicológicos. Los conflictos prolongados en los aspectos anteriores casi siempre derivan en TERRORISMO y la insurgencia. El Conflicto de Baja Intensidad por lo general se limita a un área geográfica y muchas veces se caracteriza por constreñimientos en las armas, tácticas y niveles de violencia”. En EE.UU. Tanto el CBI como la contracción al Terrorismo reciben cada vez más atención. El cómo hacer frente a la amenaza terrorista ha sido asunto de muchos debates en todos los niveles de gobierno. Gracias al establecimiento de la Oficina de Contracción al Terrorismo en el Centro de Armas Combinadas en Fort Leaven Worth( Kansas), la doctrina del ejército está bastante bien desarrollada. El ANTITERRORISMO se define como el conjunto de medidas protectoras que todos los individuos, unidades e instalaciones deben tomar para defenderse contra un posible ataque terrorista. El CONTRATERRORISMO consta de las acciones ofensivas tomadas por unidades militares especialmente entrenadas para atacar a los terroristas.
Estoy convencido que las guerras actuales y en mayor medida en un futuro próximo, se utilizará como medios de la acción la peligrosa simbiosis del NARCOTRAFICO, LA SUBVERSION, y EL TERRORISMO (Ya han llegado a través de la Yihad Islámica- 11-M). Esta simbiosis no requiere mucho esfuerzo intelectual al momento de ubicarlo en la escala de la guerra, porque si bien es cierto que hoy tendríamos la tendencia a colocarlo como un conflicto de baja intensidad, al ritmo avasallante que se ha ido desarrollando en los más variados escenarios de nuestro convulsivo planeta y en nuestra nación, para dentro de unos años habrán encendido una hoguera infernal de tan vastas proporciones, que ya no interesará el concepto porque la misma dimensión la habrá colocado como un conflicto de alta intensidad.
TERRORISMO
El TERRORISMO se ha definido de diferentes formas pero todos vienen a coincidir en su fondo. La OPSEC la define como el uso ilegal de la fuerza o la violencia con un propósito coercitivo o de intimidación al Gobierno y la población, para la consecución de objetivos políticos y sociales.
Para Thorton, el TERRORISMO es el uso del Terror como acto simbólico orientado a influir en la conducta política por medios anormales y que implican la práctica de la amenaza o la violencia.
Wilkinson dice: El TERRORISMO es el uso sistemático del crimen y la destrucción, y de la amenaza de ellos, para aterrorizar a individuos, grupos, comunidades o gobiernos, obligándoles a ceder a las demandas políticas de terroristas.
El TERRORISMO trata de inculcar miedo en el ciudadano, demostrando que el Gobierno es incapaz de cumplir las funciones primarias de SEGURIDAD en beneficio, no de ellos y de los ricos, sino del pueblo llano.
Cuando el ciudadano suma a sus miedos, producido por la ansiedad, la angustia y el estrés que se derivan de su inseguridad social, consecuencia de no tener trabajo y ver que otros matrimonios tienen dos; de que el enchufe, el amiguismo o el parentesco es prioritario para adquirir o mantener un empleo o ascenso, ante la eficacia y la honradez profesional; de tener un hijo enfermo, alcohólico, drogadicto o depresivo; de que la juventud que termina su carrera no tiene un empleo; de no poder salir con seguridad a la calle por miedo a que le den una paliza, le violen o le asesinen; y mil injusticias que lo gobernantes y dirigentes de Instituciones y Empresas, desconocen o no quieren conocer(o se hace con conocimiento de causa que ya sería algo peligroso) sumamos el miedo a que en cualquier momento te pueden pegar un tiro en la nuca o volar tu coche en pedazos, se ha conseguido tener una Nación de cobardes incapaz de reaccionar ante nada (Me preocupa las reacciones durante las manifestaciones realizadas contra el terrorismo en la mayoría de las ciudades Españolas: Silencio: es decir quien calla otorga. Ofrecer la nuca al terrorista: es decir, actitud de sumisión al crimen; actitud de entrega al criminal; actitud de no luchar contra el terrorismo).Ese momento de entrega, pacto o rendición es el causante de la perdida de todas las guerras y hablando de TERRORISMO, el terrorista ha ganado la suya. El pueblo, para dejar de sufrir, para dejar de tener miedo eterno, de estrés 24 horas al día, desanimo por la ineficacia del gobierno que tiene la obligación de su defensa personal, admitirá las soluciones que el terrorista le ofrezca y los gobiernos acepten. (Como la Independencia del País Vasco o cualquier tipo de negociación política).
Esto genera en las diferentes sociedades, instituciones y el pueblo en general una división de grupos, de individuos atemorizados, a quienes sólo les preocupa su bienestar y su supervivencia personal, con lo que se habrán cargado de un golpe la Solidaridad y el Compañerismo, la Cooperación y la Interdependencia, base fundamental para crear una gran comunidad con miras a un proyecto universal de convivencia social, sustituyéndolas por la inseguridad, la desconfianza en los otros y el EGOISMO PERSONAL.
Si se le hace el juego al EGO y este engorda y se afianza en todas sus rígidas y neuróticas maneras de ser, entonces el ciudadano, cada día se sentirá más amenazado y angustiado, porque la angustia básica de un ser humano, es el terror a la disolución (del ego), a la muerte. En el trasfondo de toda ansiedad, de toda angustia, está el miedo a la muerte. Y este ego para sobrevivir, se apuntala día a día con su carrera frenética de logros, expectativas, reforzamientos egocéntricos, compulsiones, atrincheramientos, avidez sin límite, odios y aversiones, repetitivas maneras de pensar en círculos, barreras psicológicas, recuerdos sin superar, hábitos coagulados, adoctrinamientos, pétreos puntos de vista, intransigentes opiniones, aferramientos a ideologías, culto a la imagen idealizada, autoímportancia y autolástima, obsesión por uno mismo y despreocupación por los otros.
El apuntalamiento del propio ego origina una solidificación muy limitadora del eje de la mente. Una mente condicionada está incapacitada para discernir y se consume en sus propias obsesiones, mezquindades y preocupaciones.
El miedo es el signo de una mente enrarecida. Miedo a la vida y a la muerte, a la soledad y a la compañía, al pasado y al futuro, a uno mismo y a los otros, a la sociedad y al individuo. Miedo e ira, temor y hostilidad, así se mueve la mente amenazada, siempre en conflicto, en guerra, apoyándose falazmente en ideologías, en subjetivismos con los que buscar un pretexto para su violencia y su codicia.
Como se puede observar el TERRORISMO es más peligroso de lo que la gente puede creer; es un problema grave, en donde está en juego a parte de la vida de muchas personas y el sistema democrático de nuestra nación: la unidad e independencia de la misma, su integridad territorial, y el Estado del bienestar; el equilibrio y la armonía del pueblo, la paz de espíritu, la seguridad anímica de las personas y la tranquilidad que produce vivir la vida sin miedo y seguridad. El Terrorismo en España pretende todo esto y casi lo ha conseguido.
Si la ETA, aproximadamente, han matado a 940 personas, si cada familia entre hijos, mujer y padres suman un total promedio de diez componentes, los directamente afectados psicológicamente serían 9.000 seres humanos. Pero si tenemos en cuenta las personas que han sido afectados por atentados terroristas, por kale borroka, por la sentir permanentemente la amenaza sobre él, su familia, su trabajo, su pueblo, su ciudad o su nación, me río de la novela de Gironella “ Un millón de muertos” causados por la guerra civil. En Nuestra Patria España hay más de cinco millones de persona que están afectadas por problemas psicológicos consecuencia del miedo y la ansiedad, son muertos en vida que mal viven el día a día, y eso se tiene que acabar y eso lo tiene que acabar Uds. Señores del Gobierno. No podemos seguir comprando democracia a costa de tantas vidas humanas y de tantos enfermos con mala vida.
No es motivo de este informe decir que es la ETA ni los objetivos que pretenden, pero se han dado argumentos suficientes para que el Gobierno, se tome esta guerra en serio, y que utilice todos los medios que tiene a su alcance para preservar al pueblo de su inseguridad y su miedo.
FF.AA. Y EL TERRORISMO
La razón de este escrito fue proponer la participación de las FF.AA, a través de la creación de una pequeña unidad, en misiones de CONTRATERRORISMO.
Sé que en España el utilizar una parte mínima del Ejército en misiones de Seguridad Interna, sólo contra el terrorismo, va a encontrar el rechazo de la mayoría de las fuerzas políticas, principalmente por los partidos nacionalistas y por todos los partidos de Izquierda, pues el acoso y derribo que ha sufrido nuestro ejército, solo se debe a la absurda e irracional idea de que era un elemento de represión utilizado por Franco.
Además, aparecerán políticos y periodistas que piensen que se trata de un nuevo GAL.
El GAL fue una chapuza, mal parida desde las cloacas de la corrupción gubernamental del gobierno socialista, formada por mercenarios, malos policías, dinero negro etc. Fue un intento desesperado y mal planeado, sin consenso político, de no buscar enfrentamiento interno con el Ejercito (Muerte del capitán de Farmacia Blanco y su canje rápido) y acabar lo más rápidamente con un terrorismo bien entrenado, equipado, con un gran aparato Logístico, con sus medios de propaganda (DIARIO EGIN), y su brazo político oficial (HERRI BATASUNA). Lógicamente el fracaso del GAL estaba asegurado; generando un efecto rebote para organizar unidades legales en la lucha contraterrorismo.
No hay razón alguna por la que el ejército no pueda asumir misiones de seguridad pública en una sociedad cuando su utilización se ajuste a la ley y tenga el respaldo y autorización del gobierno de la Nación.
Ya que somos los grandes copiadores de los ejércitos de otros países, especialmente del Norteamericano, veremos que se piensa en el extranjero sobre la utilización de las FF.AA. en misiones contraterrorista.
En el contexto británico, los que piensan en el posible empleo de las Fuerzas Armadas en el papel de seguridad interior, basándose en previsiones hipotéticas de situaciones que pudieran surgir en el futuro, tampoco ven problemas particulares porque confían en que las Fuerzas Armadas cumplirán con su deber y actuaran como sea necesario y bajo las estrictas directrices del Presidente del Gobierno.
Muchos críticos “liberales” y los de ideologías marxistas-leninista, experimentarán desasosiego, no tanto por el papel que pueda desempeñar las fuerzas Armadas por sí, sino por su extensión y consecuencias para las libertades sociales. Estos ya ven tanto la actuación de la policía como en el ejército, medidas coercitivas y de represión al servicio del poder político.
En los estados democráticos liberales, hay una serie de razones, comúnmente aceptadas, para que se asigne a la policía el papel primario de la seguridad interna. Pero el aumento del terrorismo, el carácter cambiante de la violencia política, el impacto de los escritos de los teóricos revolucionarios y subversivos de autores europeos, las guerras producidas por el componente religioso-islamista radical y el aumento de los nacionalismos con tendencias independientes, han contribuido a la creencia de que la violencia interna es un fenómeno cada vez más probable y amenazador, y que con toda seguridad, acabará siendo necesario recurrir a las Fuerzas Armadas para que se enfrenten con él.
Hay analistas que consideran legítimas y apropiadas la intervención de las Fuerzas Armadas en situaciones de terrorismos y de seguridad interna. Estos analistas mantienen que existen claras tendencias hacia un aumento y extensión de la violencia política que someterán los recursos de la policía a graves tensiones o frente a las cuales dejarán de tener efectividad los métodos tradicionales de ella. Se podría crear una situación en la que el imperio de la Ley discrepará ostensiblemente de los valores y aspiraciones del pueblo o en la que la sociedad en general no conseguierá acomodarse o ajustarse suficientemente a los cambios económicos o sociales. Cuando se rompe el consenso y disminuyen la disciplina y cohesión sociales, es lógico esperar que se acreciente el terrorismo y la violencia política. Para adaptarse a las variaciones de las condiciones sociales, tendremos que cambiar nuestros sistemas legales, económicos y políticos, de modo que reflejen la transformación de las circunstancias y aspiraciones de los ciudadanos (como ya ha ocurrido en España, en su postura contra el TERRORISMO). Pero la preocupación excesiva por parecer que somos demócratas ante la opinión pública nacional y extranjera, podría ser motivo de una respuesta débil y vacilante contra el terrorismo, que a la larga podría terminar con la democracia.
En la lucha para acabar con el Terrorismo, es cuando más unidos debe estar el pueblo y el Gobierno. El Gobierno para tener la valentía de realizar las acciones y leyes más acordes para llevar a buen puerto la destrucción del terrorismo de ETA. Y el pueblo que ya lo está haciendo, dando el respaldo al gobierno para que sus decisiones estén de acuerdo con las leyes nacionales e internacionales.
Llevamos más de 30 años sufriendo la 2ª Guerra Civil del siglo 20; la primera de tipo convencional, y ésta denominada como Terrorista, subversiva, revolucionaria o como quieran Uds. tipificar, pero que sin duda está ganando el bando de los asesinos y que solo pretenden la desmembración de las Provincias Vascongadas y Navarra, del resto de España.
Hay que crear directrices que delimiten claramente las misiones de la policía y de las Fuerzas Armadas, creando una nueva legislación que materialice estas normas. El Gobierno y los Grupos Políticos deben estudiar honestamente sus líneas de conducta para estimar en qué grado han dejado de satisfacer las esperanzas o derechos del pueblo respecto a su seguridad.
La mayoría de los países occidentales y entre ellos los de más tradición democrática como EE.UU. e Inglaterra, de una forma u otra, utilizan unidades militares, o reclutan para la policía a personal militar para uso en la lucha contraterrorista, como: El SAS es hoy en día la unidad principal de lucha contraterrorista en Gran Bretaña, pertenece al Ejército Británico( su participación en Irlanda con solo 80 elementos han hecho posible la pacificación y claudicación del terrorismo en la zona). En EE.UU. todas las fuerzas especiales están instruidas para luchar contra el terrorismo, destacándose los SEAL, s. y la Fuerza Delta. En Israel la policía tiene una unidad especial contraterrorista “LA YAMAH”, cuyos componentes proceden todos de las Fuerzas de Defensa de Israel.
Vemos pues, que las más antiguas democracias y la más moderna, no tienen “vergüenza” de utilizar fuerzas militares en su lucha contra el terror; se utilizan por su eficacia y nadie les dice nada. Todo el mundo sabe que España es una Democracia consolidada, no hay que estar siempre mirando al exterior para que las decisiones políticas que se tomen en nuestro parlamento sean aprobadas por los demás paises.
http://www.belt.es/expertos/HOME2_experto.asp?id=4062
Si consideramos los conflictos en una escala, podíamos clasificarlos en: Conflictos de Alta Intensidad = Nuclear; Conflicto de Media Intensidad = Guerra convencional, y Conflicto de Baja Intensidad = Todos los demás conflictos en donde se pongan en peligro los intereses nacionales de todo tipo, así como los conflictos internacionales como consecuencia de los pactos de seguridad y defensa contraídos con otras Naciones, con una condición: solo interviene parte del ejército y la acción se desarrolla en una parte de la nación.
El conflicto de BAJA INTENSIDAD (CBI) exige que el problema se aborde mediante un enfoque de factores sociales, económicos, políticos y militares entrelazados. Como consecuencia de todo lo anteriormente expuesto sobre la seguridad y las consecuencias de los cambios existentes en el mundo y en España, el CBI es el problema estratégico más importante al que se debe enfrentar el Gobierno de nuestra Nación. El CBI comprende al TERRORISMO, la guerra no convencional, las operaciones de guerrillas, las guerras revolucionarias, operaciones contra el narcotráfico, la subversión, el sabotaje, las luchas tribales, las luchas nacionalistas, misiones de paz, crimen organizado, lucha callejera, conflictos étnicos, guerras de origen religioso, etc.…
En EE.UU. los Jefes de Estados Mayores Conjuntos definieron el CBI como “una lucha limitada político-militar para alcanzar objetivos políticos, sociales, económicos y psicológicos. Los conflictos prolongados en los aspectos anteriores casi siempre derivan en TERRORISMO y la insurgencia. El Conflicto de Baja Intensidad por lo general se limita a un área geográfica y muchas veces se caracteriza por constreñimientos en las armas, tácticas y niveles de violencia”. En EE.UU. Tanto el CBI como la contracción al Terrorismo reciben cada vez más atención. El cómo hacer frente a la amenaza terrorista ha sido asunto de muchos debates en todos los niveles de gobierno. Gracias al establecimiento de la Oficina de Contracción al Terrorismo en el Centro de Armas Combinadas en Fort Leaven Worth( Kansas), la doctrina del ejército está bastante bien desarrollada. El ANTITERRORISMO se define como el conjunto de medidas protectoras que todos los individuos, unidades e instalaciones deben tomar para defenderse contra un posible ataque terrorista. El CONTRATERRORISMO consta de las acciones ofensivas tomadas por unidades militares especialmente entrenadas para atacar a los terroristas.
Estoy convencido que las guerras actuales y en mayor medida en un futuro próximo, se utilizará como medios de la acción la peligrosa simbiosis del NARCOTRAFICO, LA SUBVERSION, y EL TERRORISMO (Ya han llegado a través de la Yihad Islámica- 11-M). Esta simbiosis no requiere mucho esfuerzo intelectual al momento de ubicarlo en la escala de la guerra, porque si bien es cierto que hoy tendríamos la tendencia a colocarlo como un conflicto de baja intensidad, al ritmo avasallante que se ha ido desarrollando en los más variados escenarios de nuestro convulsivo planeta y en nuestra nación, para dentro de unos años habrán encendido una hoguera infernal de tan vastas proporciones, que ya no interesará el concepto porque la misma dimensión la habrá colocado como un conflicto de alta intensidad.
TERRORISMO
El TERRORISMO se ha definido de diferentes formas pero todos vienen a coincidir en su fondo. La OPSEC la define como el uso ilegal de la fuerza o la violencia con un propósito coercitivo o de intimidación al Gobierno y la población, para la consecución de objetivos políticos y sociales.
Para Thorton, el TERRORISMO es el uso del Terror como acto simbólico orientado a influir en la conducta política por medios anormales y que implican la práctica de la amenaza o la violencia.
Wilkinson dice: El TERRORISMO es el uso sistemático del crimen y la destrucción, y de la amenaza de ellos, para aterrorizar a individuos, grupos, comunidades o gobiernos, obligándoles a ceder a las demandas políticas de terroristas.
El TERRORISMO trata de inculcar miedo en el ciudadano, demostrando que el Gobierno es incapaz de cumplir las funciones primarias de SEGURIDAD en beneficio, no de ellos y de los ricos, sino del pueblo llano.
Cuando el ciudadano suma a sus miedos, producido por la ansiedad, la angustia y el estrés que se derivan de su inseguridad social, consecuencia de no tener trabajo y ver que otros matrimonios tienen dos; de que el enchufe, el amiguismo o el parentesco es prioritario para adquirir o mantener un empleo o ascenso, ante la eficacia y la honradez profesional; de tener un hijo enfermo, alcohólico, drogadicto o depresivo; de que la juventud que termina su carrera no tiene un empleo; de no poder salir con seguridad a la calle por miedo a que le den una paliza, le violen o le asesinen; y mil injusticias que lo gobernantes y dirigentes de Instituciones y Empresas, desconocen o no quieren conocer(o se hace con conocimiento de causa que ya sería algo peligroso) sumamos el miedo a que en cualquier momento te pueden pegar un tiro en la nuca o volar tu coche en pedazos, se ha conseguido tener una Nación de cobardes incapaz de reaccionar ante nada (Me preocupa las reacciones durante las manifestaciones realizadas contra el terrorismo en la mayoría de las ciudades Españolas: Silencio: es decir quien calla otorga. Ofrecer la nuca al terrorista: es decir, actitud de sumisión al crimen; actitud de entrega al criminal; actitud de no luchar contra el terrorismo).Ese momento de entrega, pacto o rendición es el causante de la perdida de todas las guerras y hablando de TERRORISMO, el terrorista ha ganado la suya. El pueblo, para dejar de sufrir, para dejar de tener miedo eterno, de estrés 24 horas al día, desanimo por la ineficacia del gobierno que tiene la obligación de su defensa personal, admitirá las soluciones que el terrorista le ofrezca y los gobiernos acepten. (Como la Independencia del País Vasco o cualquier tipo de negociación política).
Esto genera en las diferentes sociedades, instituciones y el pueblo en general una división de grupos, de individuos atemorizados, a quienes sólo les preocupa su bienestar y su supervivencia personal, con lo que se habrán cargado de un golpe la Solidaridad y el Compañerismo, la Cooperación y la Interdependencia, base fundamental para crear una gran comunidad con miras a un proyecto universal de convivencia social, sustituyéndolas por la inseguridad, la desconfianza en los otros y el EGOISMO PERSONAL.
Si se le hace el juego al EGO y este engorda y se afianza en todas sus rígidas y neuróticas maneras de ser, entonces el ciudadano, cada día se sentirá más amenazado y angustiado, porque la angustia básica de un ser humano, es el terror a la disolución (del ego), a la muerte. En el trasfondo de toda ansiedad, de toda angustia, está el miedo a la muerte. Y este ego para sobrevivir, se apuntala día a día con su carrera frenética de logros, expectativas, reforzamientos egocéntricos, compulsiones, atrincheramientos, avidez sin límite, odios y aversiones, repetitivas maneras de pensar en círculos, barreras psicológicas, recuerdos sin superar, hábitos coagulados, adoctrinamientos, pétreos puntos de vista, intransigentes opiniones, aferramientos a ideologías, culto a la imagen idealizada, autoímportancia y autolástima, obsesión por uno mismo y despreocupación por los otros.
El apuntalamiento del propio ego origina una solidificación muy limitadora del eje de la mente. Una mente condicionada está incapacitada para discernir y se consume en sus propias obsesiones, mezquindades y preocupaciones.
El miedo es el signo de una mente enrarecida. Miedo a la vida y a la muerte, a la soledad y a la compañía, al pasado y al futuro, a uno mismo y a los otros, a la sociedad y al individuo. Miedo e ira, temor y hostilidad, así se mueve la mente amenazada, siempre en conflicto, en guerra, apoyándose falazmente en ideologías, en subjetivismos con los que buscar un pretexto para su violencia y su codicia.
Como se puede observar el TERRORISMO es más peligroso de lo que la gente puede creer; es un problema grave, en donde está en juego a parte de la vida de muchas personas y el sistema democrático de nuestra nación: la unidad e independencia de la misma, su integridad territorial, y el Estado del bienestar; el equilibrio y la armonía del pueblo, la paz de espíritu, la seguridad anímica de las personas y la tranquilidad que produce vivir la vida sin miedo y seguridad. El Terrorismo en España pretende todo esto y casi lo ha conseguido.
Si la ETA, aproximadamente, han matado a 940 personas, si cada familia entre hijos, mujer y padres suman un total promedio de diez componentes, los directamente afectados psicológicamente serían 9.000 seres humanos. Pero si tenemos en cuenta las personas que han sido afectados por atentados terroristas, por kale borroka, por la sentir permanentemente la amenaza sobre él, su familia, su trabajo, su pueblo, su ciudad o su nación, me río de la novela de Gironella “ Un millón de muertos” causados por la guerra civil. En Nuestra Patria España hay más de cinco millones de persona que están afectadas por problemas psicológicos consecuencia del miedo y la ansiedad, son muertos en vida que mal viven el día a día, y eso se tiene que acabar y eso lo tiene que acabar Uds. Señores del Gobierno. No podemos seguir comprando democracia a costa de tantas vidas humanas y de tantos enfermos con mala vida.
No es motivo de este informe decir que es la ETA ni los objetivos que pretenden, pero se han dado argumentos suficientes para que el Gobierno, se tome esta guerra en serio, y que utilice todos los medios que tiene a su alcance para preservar al pueblo de su inseguridad y su miedo.
FF.AA. Y EL TERRORISMO
La razón de este escrito fue proponer la participación de las FF.AA, a través de la creación de una pequeña unidad, en misiones de CONTRATERRORISMO.
Sé que en España el utilizar una parte mínima del Ejército en misiones de Seguridad Interna, sólo contra el terrorismo, va a encontrar el rechazo de la mayoría de las fuerzas políticas, principalmente por los partidos nacionalistas y por todos los partidos de Izquierda, pues el acoso y derribo que ha sufrido nuestro ejército, solo se debe a la absurda e irracional idea de que era un elemento de represión utilizado por Franco.
Además, aparecerán políticos y periodistas que piensen que se trata de un nuevo GAL.
El GAL fue una chapuza, mal parida desde las cloacas de la corrupción gubernamental del gobierno socialista, formada por mercenarios, malos policías, dinero negro etc. Fue un intento desesperado y mal planeado, sin consenso político, de no buscar enfrentamiento interno con el Ejercito (Muerte del capitán de Farmacia Blanco y su canje rápido) y acabar lo más rápidamente con un terrorismo bien entrenado, equipado, con un gran aparato Logístico, con sus medios de propaganda (DIARIO EGIN), y su brazo político oficial (HERRI BATASUNA). Lógicamente el fracaso del GAL estaba asegurado; generando un efecto rebote para organizar unidades legales en la lucha contraterrorismo.
No hay razón alguna por la que el ejército no pueda asumir misiones de seguridad pública en una sociedad cuando su utilización se ajuste a la ley y tenga el respaldo y autorización del gobierno de la Nación.
Ya que somos los grandes copiadores de los ejércitos de otros países, especialmente del Norteamericano, veremos que se piensa en el extranjero sobre la utilización de las FF.AA. en misiones contraterrorista.
En el contexto británico, los que piensan en el posible empleo de las Fuerzas Armadas en el papel de seguridad interior, basándose en previsiones hipotéticas de situaciones que pudieran surgir en el futuro, tampoco ven problemas particulares porque confían en que las Fuerzas Armadas cumplirán con su deber y actuaran como sea necesario y bajo las estrictas directrices del Presidente del Gobierno.
Muchos críticos “liberales” y los de ideologías marxistas-leninista, experimentarán desasosiego, no tanto por el papel que pueda desempeñar las fuerzas Armadas por sí, sino por su extensión y consecuencias para las libertades sociales. Estos ya ven tanto la actuación de la policía como en el ejército, medidas coercitivas y de represión al servicio del poder político.
En los estados democráticos liberales, hay una serie de razones, comúnmente aceptadas, para que se asigne a la policía el papel primario de la seguridad interna. Pero el aumento del terrorismo, el carácter cambiante de la violencia política, el impacto de los escritos de los teóricos revolucionarios y subversivos de autores europeos, las guerras producidas por el componente religioso-islamista radical y el aumento de los nacionalismos con tendencias independientes, han contribuido a la creencia de que la violencia interna es un fenómeno cada vez más probable y amenazador, y que con toda seguridad, acabará siendo necesario recurrir a las Fuerzas Armadas para que se enfrenten con él.
Hay analistas que consideran legítimas y apropiadas la intervención de las Fuerzas Armadas en situaciones de terrorismos y de seguridad interna. Estos analistas mantienen que existen claras tendencias hacia un aumento y extensión de la violencia política que someterán los recursos de la policía a graves tensiones o frente a las cuales dejarán de tener efectividad los métodos tradicionales de ella. Se podría crear una situación en la que el imperio de la Ley discrepará ostensiblemente de los valores y aspiraciones del pueblo o en la que la sociedad en general no conseguierá acomodarse o ajustarse suficientemente a los cambios económicos o sociales. Cuando se rompe el consenso y disminuyen la disciplina y cohesión sociales, es lógico esperar que se acreciente el terrorismo y la violencia política. Para adaptarse a las variaciones de las condiciones sociales, tendremos que cambiar nuestros sistemas legales, económicos y políticos, de modo que reflejen la transformación de las circunstancias y aspiraciones de los ciudadanos (como ya ha ocurrido en España, en su postura contra el TERRORISMO). Pero la preocupación excesiva por parecer que somos demócratas ante la opinión pública nacional y extranjera, podría ser motivo de una respuesta débil y vacilante contra el terrorismo, que a la larga podría terminar con la democracia.
En la lucha para acabar con el Terrorismo, es cuando más unidos debe estar el pueblo y el Gobierno. El Gobierno para tener la valentía de realizar las acciones y leyes más acordes para llevar a buen puerto la destrucción del terrorismo de ETA. Y el pueblo que ya lo está haciendo, dando el respaldo al gobierno para que sus decisiones estén de acuerdo con las leyes nacionales e internacionales.
Llevamos más de 30 años sufriendo la 2ª Guerra Civil del siglo 20; la primera de tipo convencional, y ésta denominada como Terrorista, subversiva, revolucionaria o como quieran Uds. tipificar, pero que sin duda está ganando el bando de los asesinos y que solo pretenden la desmembración de las Provincias Vascongadas y Navarra, del resto de España.
Hay que crear directrices que delimiten claramente las misiones de la policía y de las Fuerzas Armadas, creando una nueva legislación que materialice estas normas. El Gobierno y los Grupos Políticos deben estudiar honestamente sus líneas de conducta para estimar en qué grado han dejado de satisfacer las esperanzas o derechos del pueblo respecto a su seguridad.
La mayoría de los países occidentales y entre ellos los de más tradición democrática como EE.UU. e Inglaterra, de una forma u otra, utilizan unidades militares, o reclutan para la policía a personal militar para uso en la lucha contraterrorista, como: El SAS es hoy en día la unidad principal de lucha contraterrorista en Gran Bretaña, pertenece al Ejército Británico( su participación en Irlanda con solo 80 elementos han hecho posible la pacificación y claudicación del terrorismo en la zona). En EE.UU. todas las fuerzas especiales están instruidas para luchar contra el terrorismo, destacándose los SEAL, s. y la Fuerza Delta. En Israel la policía tiene una unidad especial contraterrorista “LA YAMAH”, cuyos componentes proceden todos de las Fuerzas de Defensa de Israel.
Vemos pues, que las más antiguas democracias y la más moderna, no tienen “vergüenza” de utilizar fuerzas militares en su lucha contra el terror; se utilizan por su eficacia y nadie les dice nada. Todo el mundo sabe que España es una Democracia consolidada, no hay que estar siempre mirando al exterior para que las decisiones políticas que se tomen en nuestro parlamento sean aprobadas por los demás paises.
http://www.belt.es/expertos/HOME2_experto.asp?id=4062
aquiles- Distinguido
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Fecha de inscripción : 10/04/2009
Re: Conflictos de baja intensidad (C.BI.)
http://www.ese.mil.ve/manuales/Manual%20de%20Tactica%20General/Tg-C-1.pdf
aquiles- Distinguido
- Cantidad de envíos : 1589
Fecha de inscripción : 10/04/2009
Re: Conflictos de baja intensidad (C.BI.)
Verga... esto hay que grabarselo mentalmente aqui hay una himper inflacion
manuel- Sargento Primero
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Fecha de inscripción : 29/12/2009
Localización : XXXXX?
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