Afganistan
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Re: Afganistan
Por cierto interesante articulo de opinión de AMY GOODMAN:
El horror y las heridas de la interminable guerra en Afganistán
Amy Goodman
Democracy Now!
Quizá nunca sepamos qué fue lo que llevó a un sargento del Ejército estadounidense a salir de su base en Afganistán en medio de la noche y asesinar a al menos 16 civiles en sus hogares, entre los que se encuentran nueve niños y tres mujeres. La masacre ocurrida cerca de Balambai, en Kandahar, Afganistán, conmovió al mundo entero e intensificó los pedidos de que se ponga fin a la guerra más larga en la historia de Estados Unidos.
El ataque fue calificado de 'trágico', y por supuesto que lo es. Pero cuando los afganos atacan a las fuerzas estadounidenses se habla de “terrorismo”. Esta es, quizá, la mayor incoherencia de la política estadounidense que impone la democracia a punta de pistola y combate el terrorismo con terrorismo.
“Fui yo”, dijo el supuesto asesino múltiple cuando regresó a la base militar de las afueras de Kandahar, la ciudad del sur denominada “el corazón del Talibán”. Se informó que habría dejado la base a las 3 de la madrugada y habría caminado hacia tres casas vecinas, donde mató sistemáticamente a quienes se encontraban dentro. El agricultor Abdul Samad no estaba en su casa en el momento de la matanza. Su esposa y sus ocho hijos e hijas fueron asesinados. Algunas de las víctimas fueron apuñaladas, otras fueron incineradas. Samad le dijo al New York Times: “Nuestro gobierno nos dijo que regresáramos al pueblo y luego dejan que los estadounidenses nos maten”.
La masacre sucedió luego de las multitudinarias manifestaciones contra la quema de copias del Corán por parte de las fuerzas armadas estadounidenses, que a su vez siguió a la publicación de un video que muestra a infantes de marina estadounidenses orinando sobre cadáveres afganos. Dos años antes, un “equipo de la muerte” integrado por soldados estadounidenses —también cerca de Kandahar— había asesinado a civiles afganos por deporte. Los soldados posaron en fotos horribles junto a los cadáveres mientras mutilaban sus dedos y otras partes del cuerpo como si se tratara de trofeos.
En respuesta a la masacre, el Secretario de Defensa, León Panetta, profirió una serie de clichés, entre ellos el de recordarnos que “la guerra es un infierno. Este tipo de sucesos e incidentes van a continuar sucediendo. Han sucedido en todas las guerras. Son sucesos horribles y no es la primera vez que suceden acontecimientos de este tipo y probablemente no sea la última”. Panetta visitó esta semana el campamento Leatherneck en la provincia de Helmand, cerca de Kandahar, en el marco de una visita previamente programada cuya fecha coincidió casualmente con los días posteriores a la masacre. Los 200 infantes de marina invitados a escuchar el discurso de Panetta fueron obligados a dejar sus armas fuera de la carpa. NBC News informó que dichas instrucciones son “bastante inusuales”, ya que a los infantes de marina se les ordena que siempre tengan sus armas en mano en una zona de guerra. A su llegada a Afganistán, una camioneta robada cruzó la pista de aterrizaje a toda velocidad en dirección al avión donde se encontraba Panetta y el conductor salió de la cabina en llamas, en lo que pareció tratarse de un ataque
.
La violencia no solo azota en la zona de guerra. En Estados Unidos, las heridas de la guerra se manifiestan en formas cada vez más crueles.
El sargento de 38 años que habría cometido la masacre procedía de la Base Conjunta Lewis-McChord ( JBLM , por sus siglas en inglés), un centro militar en expansión cerca de Tacoma, Washington, que fue descrito por el periódico militar Stars and Stripes como “la base más problemática de las fuerzas armadas” y más recientemente, como una base “al límite”. 2011 fue el año en que se registró el mayor número de suicidios de soldados en esa base, de donde también procedía el “equipo de la muerte”. El Seattle Times informó este mes que un equipo de psiquiatría forense que supervisó al Centro Médico Madigan de la base Lewis-McChord revirtió inexplicablemente el diagnóstico de trastorno por estrés postraumático a 285 pacientes. La decisión está siendo investigada debido a preocupaciones de que fue tomada en parte para evitar pagarle la atención médica del Ejército a quienes cumplían con los requisitos para recibirla.
Kevin Baker también era un sargento del ejército de Estados Unidos apostado en Fort Lewis. Tras haber combatido dos veces en Irak se negó a ir una tercera vez luego de que le negaran el diagnóstico de trastorno por estrés postraumático. Comenzó a organizar una campaña para reclamar el regreso de los soldados a Estados Unidos. Me dijo: “Si un soldado es herido en el campo de batalla durante el combate y se está desangrando y un oficial ordena que esa persona no reciba atención médica y eso le cuesta la vida al soldado, ese oficial sería declarado culpable de abandono de funciones y posiblemente de homicidio. Cuando eso sucede en Estados Unidos, cuando eso les sucede a los soldados que buscan ayuda y los oficiales ordenan que no haya un diagnóstico claro de trastorno por estrés postraumático y básicamente les niegan esa ayuda, una verdadera ayuda psicológica, y el soldado termina sufriendo internamente al punto de quitarse su propia vida o la de otra persona, entonces los oficiales y las Fuerzas Armadas y el Pentágono deberían ser responsabilizados de estas atrocidades.”
Si bien es demasiado tarde para salvar a la familia de Abdul Samad, quizás el grupo de Baker, March Forward, junto con la “Operación Recuperación” de los Veteranos de Irak Contra la Guerra (que aboga por prohibir que soldados que ya sufren trastorno por estrés postraumático sean enviados a combatir) puedan ayudar a poner fin a la desastrosa y atroz ocupación de Afganistán.
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 550 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 350 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
Fuente:
http://www.democracynow.org/es/blog/2012/3/16/el_horror_y_las_heridas_de_la_interminable_guerra_en_afganistn
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
El horror y las heridas de la interminable guerra en Afganistán
Amy Goodman
Democracy Now!
Quizá nunca sepamos qué fue lo que llevó a un sargento del Ejército estadounidense a salir de su base en Afganistán en medio de la noche y asesinar a al menos 16 civiles en sus hogares, entre los que se encuentran nueve niños y tres mujeres. La masacre ocurrida cerca de Balambai, en Kandahar, Afganistán, conmovió al mundo entero e intensificó los pedidos de que se ponga fin a la guerra más larga en la historia de Estados Unidos.
El ataque fue calificado de 'trágico', y por supuesto que lo es. Pero cuando los afganos atacan a las fuerzas estadounidenses se habla de “terrorismo”. Esta es, quizá, la mayor incoherencia de la política estadounidense que impone la democracia a punta de pistola y combate el terrorismo con terrorismo.
“Fui yo”, dijo el supuesto asesino múltiple cuando regresó a la base militar de las afueras de Kandahar, la ciudad del sur denominada “el corazón del Talibán”. Se informó que habría dejado la base a las 3 de la madrugada y habría caminado hacia tres casas vecinas, donde mató sistemáticamente a quienes se encontraban dentro. El agricultor Abdul Samad no estaba en su casa en el momento de la matanza. Su esposa y sus ocho hijos e hijas fueron asesinados. Algunas de las víctimas fueron apuñaladas, otras fueron incineradas. Samad le dijo al New York Times: “Nuestro gobierno nos dijo que regresáramos al pueblo y luego dejan que los estadounidenses nos maten”.
La masacre sucedió luego de las multitudinarias manifestaciones contra la quema de copias del Corán por parte de las fuerzas armadas estadounidenses, que a su vez siguió a la publicación de un video que muestra a infantes de marina estadounidenses orinando sobre cadáveres afganos. Dos años antes, un “equipo de la muerte” integrado por soldados estadounidenses —también cerca de Kandahar— había asesinado a civiles afganos por deporte. Los soldados posaron en fotos horribles junto a los cadáveres mientras mutilaban sus dedos y otras partes del cuerpo como si se tratara de trofeos.
En respuesta a la masacre, el Secretario de Defensa, León Panetta, profirió una serie de clichés, entre ellos el de recordarnos que “la guerra es un infierno. Este tipo de sucesos e incidentes van a continuar sucediendo. Han sucedido en todas las guerras. Son sucesos horribles y no es la primera vez que suceden acontecimientos de este tipo y probablemente no sea la última”. Panetta visitó esta semana el campamento Leatherneck en la provincia de Helmand, cerca de Kandahar, en el marco de una visita previamente programada cuya fecha coincidió casualmente con los días posteriores a la masacre. Los 200 infantes de marina invitados a escuchar el discurso de Panetta fueron obligados a dejar sus armas fuera de la carpa. NBC News informó que dichas instrucciones son “bastante inusuales”, ya que a los infantes de marina se les ordena que siempre tengan sus armas en mano en una zona de guerra. A su llegada a Afganistán, una camioneta robada cruzó la pista de aterrizaje a toda velocidad en dirección al avión donde se encontraba Panetta y el conductor salió de la cabina en llamas, en lo que pareció tratarse de un ataque
.
La violencia no solo azota en la zona de guerra. En Estados Unidos, las heridas de la guerra se manifiestan en formas cada vez más crueles.
El sargento de 38 años que habría cometido la masacre procedía de la Base Conjunta Lewis-McChord ( JBLM , por sus siglas en inglés), un centro militar en expansión cerca de Tacoma, Washington, que fue descrito por el periódico militar Stars and Stripes como “la base más problemática de las fuerzas armadas” y más recientemente, como una base “al límite”. 2011 fue el año en que se registró el mayor número de suicidios de soldados en esa base, de donde también procedía el “equipo de la muerte”. El Seattle Times informó este mes que un equipo de psiquiatría forense que supervisó al Centro Médico Madigan de la base Lewis-McChord revirtió inexplicablemente el diagnóstico de trastorno por estrés postraumático a 285 pacientes. La decisión está siendo investigada debido a preocupaciones de que fue tomada en parte para evitar pagarle la atención médica del Ejército a quienes cumplían con los requisitos para recibirla.
Kevin Baker también era un sargento del ejército de Estados Unidos apostado en Fort Lewis. Tras haber combatido dos veces en Irak se negó a ir una tercera vez luego de que le negaran el diagnóstico de trastorno por estrés postraumático. Comenzó a organizar una campaña para reclamar el regreso de los soldados a Estados Unidos. Me dijo: “Si un soldado es herido en el campo de batalla durante el combate y se está desangrando y un oficial ordena que esa persona no reciba atención médica y eso le cuesta la vida al soldado, ese oficial sería declarado culpable de abandono de funciones y posiblemente de homicidio. Cuando eso sucede en Estados Unidos, cuando eso les sucede a los soldados que buscan ayuda y los oficiales ordenan que no haya un diagnóstico claro de trastorno por estrés postraumático y básicamente les niegan esa ayuda, una verdadera ayuda psicológica, y el soldado termina sufriendo internamente al punto de quitarse su propia vida o la de otra persona, entonces los oficiales y las Fuerzas Armadas y el Pentágono deberían ser responsabilizados de estas atrocidades.”
Si bien es demasiado tarde para salvar a la familia de Abdul Samad, quizás el grupo de Baker, March Forward, junto con la “Operación Recuperación” de los Veteranos de Irak Contra la Guerra (que aboga por prohibir que soldados que ya sufren trastorno por estrés postraumático sean enviados a combatir) puedan ayudar a poner fin a la desastrosa y atroz ocupación de Afganistán.
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 550 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 350 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
Fuente:
http://www.democracynow.org/es/blog/2012/3/16/el_horror_y_las_heridas_de_la_interminable_guerra_en_afganistn
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
horaes- Sargento Mayor de Segunda
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Re: Afganistan
Forista zulu_king_zulu_king tiene un llamado de atencion, se le agradece desistir de su actitud de troll
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"Basta de tanta habladera de paja!, FUERZA NACIONAL al poder"
ATENCION No soy oficial de la FANB, ni enlace, ni esta es una pagina oficial de la FANB. Tampoco soy gestor para tramites de la FANB toda la informacion es publica y esta en el foro
Re: Afganistan
Parece que TODOS los ESTADOS COLONIALISTAS tienen su My Lai :
La masacre en Afganistán no fue locura
Robert Fisk
La Jornada
Empieza a cansarme este cuento del soldado demente. Era predecible, por supuesto. No bien el sargento de 38 años que masacró el domingo pasado a 16 civiles afganos, entre ellos nueve niños, cerca de Kandahar, regresó a su base, ya los expertos en defensa y los chicos y chicas de los centros de pensamiento anunciaban que había enloquecido. No era un perverso terrorista sin entrañas –como sería, desde luego, si hubiera sido afgano, en especial talibán–, sino sólo un tipo que se volvió loco.
Esa misma tontería se usó para describir a los soldados estadunidenses homicidas que perpetraron una orgía de sangre en la ciudad iraquí de Haditha. Con la misma palabra se describió al soldado israelí Baruch Goldstein, quien masacró a 25 palestinos en Hebrón, algo que hice notar en este mismo periódico apenas unas horas antes de que el sargento enloqueciera de pronto en la provincia de Kandahar.
Al parecer enloqueció, anunciaron periodistas. Un hombre “que probablemente había sufrido algún colapso (The Guardian)”, un soldado rufián (Financial Times) cuyo disturbio (The New York Times) fue sin duda (sic) perpetrado en un rapto de locura (Le Figaro).
¿De veras? ¿Se supone que creamos eso? Claro, si hubiera estado loco por completo, nuestro sargento habría matado a 16 de sus compañeros estadunidenses. Habría asesinado a sus camaradas y después prendido fuego a los cuerpos. Pero no, no mató a estadunidenses; escogió matar a afganos. Hubo una elección. ¿Por qué, entonces, mató a afganos?
Existe una pista interesante en todo esto, la cual no hubiera aparecido en los informes de los medios. De hecho, la narración de los hechos ha sido curiosamente lobotomizada –censurada, incluso– por quienes han tratado de explicar la atroz masacre en Kandahar. Recordaron la quema de ejemplares del Corán –cuando soldados estadunidenses en Bagram los arrojaron a una hoguera– y las muertes de seis soldados de la OTAN, dos de ellos estadunidenses, que vinieron después. Pero vuélenme en pedazos si no olvidaron –y esto se aplica a todas las notas informativas sobre la reciente matanza– una declaración notable y sumamente significativa del comandante en jefe del ejército estadunidense en Afganistán, el general John Allen, hace exactamente 22 días. De hecho, fue una declaración tan inusitada que recorté las palabras en mi periódico matutino y puse el recorte en mi maletín para referencia futura.
Allen dijo a sus hombres: Ésta no es la hora de la venganza por las muertes de los soldados estadunidenses muertos en los disturbios del jueves. Les advirtió que debían resistir cualquier urgencia que sientan de devolver el golpe, luego de que un soldado afgano dio muerte a los dos estadunidenses. “Habrá momentos como éste en que estarán ustedes buscando el significado de estas muertes –continuó–. Momentos como éste, en que sus emociones serán gobernadas por la rabia y el deseo de desquite. Ésta no es la hora de la venganza; es la hora de mirar al fondo de su alma, de recordar su misión, recordar su disciplina, recordar quiénes son ustedes.”
Fue un llamado extraordinario, viniendo del comandante en jefe de Estados Unidos en Afganistán. El general se vio precisado a decir a su ejército, supuestamente bien disciplinado, profesional, de élite, que no cobrara venganza en los afganos a los que supuestamente está ayudando/protegiendo/educando/adiestrando, etc. Tuvo que decir a sus soldados que no cometieran asesinatos.
Sé que los generales decían esas cosas en Vietnam. Pero, ¿en Afganistán? ¿Han llegado las cosas a ese extremo? Me temo que sí. Porque, por mucho que me disgustan los generales, he tratado con muchos de ellos en persona y, en general, tienen una idea bastante acertada de lo que ocurre en sus filas. Y sospecho que el general John Allen ya había sido advertido por sus oficiales de que sus soldados estaban furiosos por las muertes que vinieron después de la quema de los ejemplares del Corán y tal vez habían decidido emprender una escalada de venganza. Por eso trató de un modo tan desesperado –en una declaración tan impactante como reveladora– de prevenir una masacre exactamente como la que ocurrió el domingo pasado.
Sin embargo, ese mensaje fue borrado por completo de la memoria de los expertos cuando analizaron esa matanza. No se permitió en sus relatos ninguna alusión a las palabras del general Allen, ninguna referencia, porque, desde luego, eso habría sacado a nuestro sargento del grupo de los enloquecidos y le habría dado un posible motivo para la masacre. Como de costumbre, los periodistas tuvieron que meterse a la cama con los militares para procrear un demente y no un asesino. Pobre tipo: andaba mal de la cabeza. No sabía lo que hacía. No es extraño que lo hayan sacado de Afganistán tan rápido.
Todos hemos tenido nuestras masacres. Ahí está My Lai, y nuestro propio My Lai británico, en una aldea malaya llamada Batang Kali, donde los guardias escoceses –envueltos en un conflicto contra despiadados insurgentes comunistas– asesinaron a 24 indefensos trabajadores del hule, en 1948. Claro, se puede aducir que los franceses en Argelia fueron peores que los estadunidenses en Afganistán –se dice que una unidad francesa de artillería desapareció a 2 mil argelinos en seis meses–, pero eso es tanto como decir que somos mejores que Saddam Hussein. Cierto, pero vaya parámetro de moralidad.
De eso se trata todo esto. Disciplina. Moralidad. Valor. El valor de no matar en venganza. Pero cuando uno va perdiendo una guerra que finge estar ganando –me refiero a Afganistán, por supuesto–, supongo que eso es esperar demasiado. Parece que el general Allen perdió su tiempo.
The Independent
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2012/03/18/opinion/024a1mun
Nota:
Y son HECHOS HISTORICOS...investiguen....La BATALLA de ARGEL....y la actuación de Les Paras...
Por cierto TODOS...PROFESIONALES....curioso verdad.....
La masacre en Afganistán no fue locura
Robert Fisk
La Jornada
Empieza a cansarme este cuento del soldado demente. Era predecible, por supuesto. No bien el sargento de 38 años que masacró el domingo pasado a 16 civiles afganos, entre ellos nueve niños, cerca de Kandahar, regresó a su base, ya los expertos en defensa y los chicos y chicas de los centros de pensamiento anunciaban que había enloquecido. No era un perverso terrorista sin entrañas –como sería, desde luego, si hubiera sido afgano, en especial talibán–, sino sólo un tipo que se volvió loco.
Esa misma tontería se usó para describir a los soldados estadunidenses homicidas que perpetraron una orgía de sangre en la ciudad iraquí de Haditha. Con la misma palabra se describió al soldado israelí Baruch Goldstein, quien masacró a 25 palestinos en Hebrón, algo que hice notar en este mismo periódico apenas unas horas antes de que el sargento enloqueciera de pronto en la provincia de Kandahar.
Al parecer enloqueció, anunciaron periodistas. Un hombre “que probablemente había sufrido algún colapso (The Guardian)”, un soldado rufián (Financial Times) cuyo disturbio (The New York Times) fue sin duda (sic) perpetrado en un rapto de locura (Le Figaro).
¿De veras? ¿Se supone que creamos eso? Claro, si hubiera estado loco por completo, nuestro sargento habría matado a 16 de sus compañeros estadunidenses. Habría asesinado a sus camaradas y después prendido fuego a los cuerpos. Pero no, no mató a estadunidenses; escogió matar a afganos. Hubo una elección. ¿Por qué, entonces, mató a afganos?
Existe una pista interesante en todo esto, la cual no hubiera aparecido en los informes de los medios. De hecho, la narración de los hechos ha sido curiosamente lobotomizada –censurada, incluso– por quienes han tratado de explicar la atroz masacre en Kandahar. Recordaron la quema de ejemplares del Corán –cuando soldados estadunidenses en Bagram los arrojaron a una hoguera– y las muertes de seis soldados de la OTAN, dos de ellos estadunidenses, que vinieron después. Pero vuélenme en pedazos si no olvidaron –y esto se aplica a todas las notas informativas sobre la reciente matanza– una declaración notable y sumamente significativa del comandante en jefe del ejército estadunidense en Afganistán, el general John Allen, hace exactamente 22 días. De hecho, fue una declaración tan inusitada que recorté las palabras en mi periódico matutino y puse el recorte en mi maletín para referencia futura.
Allen dijo a sus hombres: Ésta no es la hora de la venganza por las muertes de los soldados estadunidenses muertos en los disturbios del jueves. Les advirtió que debían resistir cualquier urgencia que sientan de devolver el golpe, luego de que un soldado afgano dio muerte a los dos estadunidenses. “Habrá momentos como éste en que estarán ustedes buscando el significado de estas muertes –continuó–. Momentos como éste, en que sus emociones serán gobernadas por la rabia y el deseo de desquite. Ésta no es la hora de la venganza; es la hora de mirar al fondo de su alma, de recordar su misión, recordar su disciplina, recordar quiénes son ustedes.”
Fue un llamado extraordinario, viniendo del comandante en jefe de Estados Unidos en Afganistán. El general se vio precisado a decir a su ejército, supuestamente bien disciplinado, profesional, de élite, que no cobrara venganza en los afganos a los que supuestamente está ayudando/protegiendo/educando/adiestrando, etc. Tuvo que decir a sus soldados que no cometieran asesinatos.
Sé que los generales decían esas cosas en Vietnam. Pero, ¿en Afganistán? ¿Han llegado las cosas a ese extremo? Me temo que sí. Porque, por mucho que me disgustan los generales, he tratado con muchos de ellos en persona y, en general, tienen una idea bastante acertada de lo que ocurre en sus filas. Y sospecho que el general John Allen ya había sido advertido por sus oficiales de que sus soldados estaban furiosos por las muertes que vinieron después de la quema de los ejemplares del Corán y tal vez habían decidido emprender una escalada de venganza. Por eso trató de un modo tan desesperado –en una declaración tan impactante como reveladora– de prevenir una masacre exactamente como la que ocurrió el domingo pasado.
Sin embargo, ese mensaje fue borrado por completo de la memoria de los expertos cuando analizaron esa matanza. No se permitió en sus relatos ninguna alusión a las palabras del general Allen, ninguna referencia, porque, desde luego, eso habría sacado a nuestro sargento del grupo de los enloquecidos y le habría dado un posible motivo para la masacre. Como de costumbre, los periodistas tuvieron que meterse a la cama con los militares para procrear un demente y no un asesino. Pobre tipo: andaba mal de la cabeza. No sabía lo que hacía. No es extraño que lo hayan sacado de Afganistán tan rápido.
Todos hemos tenido nuestras masacres. Ahí está My Lai, y nuestro propio My Lai británico, en una aldea malaya llamada Batang Kali, donde los guardias escoceses –envueltos en un conflicto contra despiadados insurgentes comunistas– asesinaron a 24 indefensos trabajadores del hule, en 1948. Claro, se puede aducir que los franceses en Argelia fueron peores que los estadunidenses en Afganistán –se dice que una unidad francesa de artillería desapareció a 2 mil argelinos en seis meses–, pero eso es tanto como decir que somos mejores que Saddam Hussein. Cierto, pero vaya parámetro de moralidad.
De eso se trata todo esto. Disciplina. Moralidad. Valor. El valor de no matar en venganza. Pero cuando uno va perdiendo una guerra que finge estar ganando –me refiero a Afganistán, por supuesto–, supongo que eso es esperar demasiado. Parece que el general Allen perdió su tiempo.
The Independent
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2012/03/18/opinion/024a1mun
Nota:
Y son HECHOS HISTORICOS...investiguen....La BATALLA de ARGEL....y la actuación de Les Paras...
Por cierto TODOS...PROFESIONALES....curioso verdad.....
horaes- Sargento Mayor de Segunda
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Re: Afganistan
Video del Ataque de un Piloto Gringo cantando “Bye Bye Ms. American Pie":
https://www.youtube.com/watch?v=88pnthIqZ50&feature=player_embedded
Un piloto de EEUU bombardea afganos al son de 'Bye Bye Ms. American pie'
Autor: Actualidad RT
Fecha de publicación: 06/07/12
6 julio 2012 - El piloto de un helicóptero militar estadounidense lanzó un proyectil contra unos vecinos afganos de la provincia de Wardak (este del país), mientras cantaba "Bye Bye Ms. American Pie", según un vídeo en la página web LiveLeak.com. La grabación fue hecha desde el mismo helicóptero.
La descripción del video en la página reza que el helicóptero AH-64 Apache de la 101ª División Aerotransportada disparó el proyectil Hellfire apuntado a campesinos afganos que plantaban semillas de adormidera o planta de opio.
La grabación muestra a dos hombres que tratan de escapar después de la explosión, y contra los que el piloto volvió a disparar, errando el tiro. Mientras bombardeaba, el piloto norteamericano canturreaba la famosa canción 'Bye Bye Ms. American Pie' ('Adiós Adiós Señorita Pastel Americano'). De acuerdo a la descripción del video, el ataque tuvo lugar el 1 de septiembre de 2009.
Nota:
Apuesto Fuertes a Lochas que el Piloto estaba lleno de TALCO....hasta los tequeteques...
Y una MUY INTERESANTE nota REPORTAJE del Diario Ingles The Guardian.....sip no es “ Cuba Debate “, por si acaso salen los decalificadores de oficio; muestra la GUERRA ......no “ Ataques Esporadicos de Pequenos Grupos Aislados “....cómo califican los disociados y teclado warriors...
Afganistán
El ejército de EE.UU. libró una auténtica batalla contra los británicos
Rajiv Chandrasekaran
guardian.co.uk
Los marines estadounidenses y los asesores civiles británicos libraron dos guerras en las montañas de la provincia Helmand a mediados de 2010: por un lado se enfrentaban a los talibanes y por otra parte los unos contra los otros.
La disputa entre los aliados comenzó con la llegada en esa primavera de más fuerzas de marines como parte de la ‘oleada’ estadounidense, pero la tensión tuvo sus raíces en el verano de 2006, cuando los comandantes británicos decidieron establecer puestos avanzados en los distritos de Sangin y Musa Qala que fueron rápidamente sitiados y casi invadidos por los talibanes. ( No y que controlaban EL PAIS...ajá...)
En Musa Qala, la primera ola de soldados británicos casi se quedó sin municiones después de tres meses de terribles combates. Sin una manera fácil de reabastecerlos –era demasiado arriesgado conducir convoyes o enviar helicópteros Chinook de dos rotores, los únicos que tenían los británicos– los comandantes desesperados aceptaron una sospechosa oferta de un líder tribal en el distrito: si los soldados británicos se iban, dijo el líder, también lo harían los insurgentes y los residentes se harían cargo de la seguridad. Los británicos partieron en un convoy de camiones locales.
La tregua duro poco, y en el mes de febrero siguiente cientos de combatientes talibanes habían vuelto a ocupar la zona llevando a los británicos, con la ayuda de la 82 división aerotransportada del ejército de EE.UU., a realizar una operación masiva a finales de 2007 para recuperar el control del centro del distrito. Lograron expulsar a los talibanes de la ciudad. Luego los británicos se detuvieron. ( Una guará....CIENTOS DE TALLIBANES....y luego OPERACIONES MASIVAS....ajá...)
Establecieron líneas de fuego a unos 6 kilómetros al norte y el sur del centro de la ciudad; todo lo que estaba más allá era territorio insurgente.
En Sangin no se pudo llegar a un acuerdo, por lo tanto los comandantes británicos enviaron más fuerzas. Todavía no tenían el personal necesario para lograr una ventaja decisiva.
Los insurgentes instalaron fábricas de bombas en un valle que tocaba la fuente del río Helmand y establecieron un pacto informal de defensa mutua con los señores de la droga que dirigían una red de laboratorios de procesamiento de opio en aldeas en las laderas de los cerros. Los comandantes británicos empeoraron las cosas al extender sus tropas en diferentes pequeños puestos avanzados a lo largo del valle, condenándolas a una misión inútil: eliminarían a los insurgentes de pequeñas partes del distrito, pero luego tenían que seguir adelante. Los talibanes volvían a ocuparlas, obligando a los británicos a atacar las mismas áreas una y otra vez. Los exuberantes trigales y densos huertos de adormideras de opio de Sangin se convirtieron rápidamente en campos de la muerte. De 2006 a 2010, las bombas y balas de los talibanes en el distrito costaron la vida a más de 100 soldados británicos, cerca de un tercio del número total de muertos en ese período en el país. ( A VAINA no y que sólo fuerón 15 MUERTOS....en ESE período....)
Poco después del final de la tregua en Musa Qala, el máximo comandante de EE.UU. y de la OTAN de la época, el general Dan McNeill, dijo a un funcionario estadounidense visitante que los británicos hicieron “un desastre en Helmand”.
En enero de 2009, el gobernador afgano de Helmand, Gulab Mangal, hizo una breve visita a Sangin, donde descubrió que los insurgentes operaban impunemente a no más de 500 metros del centro del distrito. Mangal se enfureció cuando los soldados británicos le contaron que no era seguro ir al bazar o a cualquier sitio a más de 200 metros del principal campamento británico. “Dejad de llamarlo el distrito Sangin y comenzad a llamarlo la base Sangin. Todo lo que habéis hecho es construir un campamente militar cerca de la ciudad”, se quejó.
Mangal se enojó aún más cuando el comandante del ejército afgano y el gobernador del distrito le dijeron que los soldados británicos “estaban allanando viviendas, caminando por los techos de las casas y tratando mal a la población, incluso apuntando a las personas con sus armas y entrando en las áreas de trabajo de las mujeres”, según un cable del Departamento de Estado que describió la visita.
La decepción con respecto a los británicos se extendió a Kabul. Hacia finales de 2008, el presidente afgano Hamid Karzai puso en duda la efectividad de los británicos durante una reunión con los senadores estadounidenses John McCain, Joe Lieberman y Lindsey Graham. Contó una anécdota sobre una mujer de Helmand que le pidió que “sacara a los británicos y nos devolviera los estadounidenses”.
Los funcionarios británicos insistieron en que sus problemas en la provincia provenían de la falta de personal. A diferencia de los canadienses, que cedieron solo a regañadientes partes de la provincia Kandahar a los estadounidenses, los comandantes británicos estaban ansiosos de renunciar a la responsabilidad de amplios sectores de Helmand. Para no quedar mal, el Ministerio de Defensa deseaba un rescate discreto. Los británicos querían unos pocos soldados estadounidenses para que ayudaran en el centro y el norte de la provincia.
Eso permitiría que los británicos entregaran [los distritos de] Garmser y Nawa y evitaran tener que ocuparse de Marja. Se concentrarían en Lashkar Gah, la comunidad de Nad Ali y los distritos norteños de Musa Qala y Sangin. Los británicos también insistieron en conservar el control de la oficina de reconstrucción de Lashkar Gah, que recibía sus órdenes del Foreign Office [Ministerio de Exteriores] de Londres, no de la sede de la OTAN en Kabul.
La decisión de enviar a los impetuosos marines de EE.UU. a Helmand en lugar de a Kandahar puso boca abajo las esperanzas británicas de encontrar un delicado equilibrio entre los aliados. El máximo comandante de los marines en Afganistán era Larry Nicholson, un hábil practicante de la guerra moderna cuyos intereses sin uniforme incluían escuchar a Katy Perry y mirar Downton Abbey, y cuando llegó su brigada había más estadounidenses que británicos en la provincia. Nicholson se molestó rápidamente ante la actitud británica en la lucha contra la insurgencia.
Detestaba el establecimiento de líneas de fuego que los británicos no cruzaban, y sintió reticencia cuando vio que los soldados afganos estaban segregados en campamentos en las bases británicas. Propugnó una verdadera colaboración, no un vestigio de actitud colonial hacia los nativos, y eso significó comer y vivir juntos. Lo que más le molestó, sin embargo, fue el equipo británico de reconstrucción. Los miembros del equipo tenían sus propios puntos de vista sobre qué partes de la provincia merecían atención militar, y no siempre coincidían con los de Nicholson.
Era de esperar, porque los británicos habían tratado de priorizar durante tres años una misión sin el personal necesario. Pero EE.UU. había inyectado 10.672 marines en Helmand y Nicholson quería los derechos de voto que correspondían al accionista mayoritario.
Las tensiones estallaron durante la primera operación de los marines, la ofensiva en Nawa, Garmser y Khan Neshin. Los británicos pensaron que era una pérdida de tiempo penetrar en lo profundo del Desierto de la Muerte y realizar una misión de contrainsurgencia hecha y derecha en Khan Neshin. Lo que importaba a Nicholson era que el gobernador Mangal quería que los marines se dirigieran allí. Cuando el funcionario del Departamento de Estado Marc Chretien visitó la oficina de reconstrucción dos meses después del comienzo de la operación, los ánimos estaban muy encrespados.
“Vuestros marines parecen haber excedido el plan de operaciones” le dijo un teniente coronel británico.
“Bueno, por supuesto”, replicó Chretien. “Son marines. Son perros de guerra. Es lo que hacen”.
Cuando Chretien informó de que iba a Helmand a un general británico de tres estrellas que estaba visitando la provincia Anbar, el general le dijo: “Queremos un matrimonio con vosotros yanquis en Helmand, no una violación durante una cita”. Chretien tomó en serio la solicitud y repitió la cita al coronel Mike Killion, el máximo oficial de operaciones de Nicholson, antes de una reunión que tuvo con el jefe de la oficina de reconstrucción en septiembre de 2009. Killion era un marine amigo de las palabrotas con una caja de rapé en su bolsillo que supervisaba las misiones diarias de combate de la brigada.
“Listo”, dijo Killion a Chretien mientras entraban para reunirse con Hugh Powell, un diplomático educado en Oxford que dirigía la oficina de reconstrucción y supuestamente tenía el mismo rango que Nicholson y el general británico en la provincia. La reunión comenzó con una serie de bromas y luego un poco de historia. “Helmand era un sitio idílico”, dijo Powell, “y entonces llegaron vuestros marines”.
Killion pensaba que la provincia había sido invadida por los talibanes debido al apaciguamiento británico. “Mire, amigo, no cuesta ser idílico si uno se queda sentado sobre su trasero”, gruñó. “Estamos aquí para vencer” .
La reunión degeneró. Y también la relación. Cuando los marines avanzaron hacia Now Zad en diciembre de ese año, la sucesora de Powell, Lindy Cameron, se negó a suministrar el mismo tipo de recursos de reconstrucción asignados a otros distritos en la provincia porque pensaba que no tenía sentido tratar de reconstruir una ciudad que en ese momento había sido completamente abandonada por su población. “Nos fastidiaron”, me dijo furioso Nicholson en aquel entonces. “Y hablan de que todos estamos en el mismo equipo”.
Cameron tenía un argumento legítimo, pero los marines no querían escucharlo. Habían descartado la oficina de reconstrucción como perdidamente desconectada de la guerra, un punto de vista reforzado por las frecuentes fiestas y eventos sociales que tenían lugar en el complejo de la oficina en Lashkar Gad. No era tan alocado como en la embajada de EE.UU. en Kabul, pero los oficiales de Nicholson se mostraban incrédulos al saber que la oficina había realizado una juerga “Las Vegas chulos y furcias” mientras los marines combatían para pacificar Marja.
También estallaron desacuerdos en Musa Qala después de que los marines sustituyeran a los soldados británicos a principios de 2010. En 48 horas, los estadounidenses penetraron la línea del frente y ocuparon una localidad que había sido desde hace tiempo un bastión de los talibanes.
A continuación las unidades de marines comenzaron a atacar a los insurgentes mucho más allá de la antigua línea meridional. “No perseguían a los talibanes” dijo de los británicos el comandante de marines en el distrito, teniente coronel Michael Manning. “Iremos en su busca”.
( la ACTITUD de los británicos es típica de The Profesionals Treintañeros....la regla es " No Arriesgarse..." )
Cuando visité Musa Qala en julio de 2010, Manning hizo pocos esfuerzos por ocultar su frustración con el ritmo seguido por los representantes de la oficina de reconstrucción del área. La gran mezquita de Musa Qala, que había sido destruida en la operación militar de 2007, debería haber estado reparada dos años antes. Seguía siendo un gigantesco hoyo. Los británicos también habían prometido construir un puente sobre el lecho de un río que se inunda todos los inviernos, obligando a la gente a utilizar trasbordadores. “Estuvieron aquí cuatro años”, dijo otro oficial de los marines mientras miraba hacia el río que seguía sin tener puente. “¿Qué hicieron?”
Los funcionarios británicos insistieron en que la construcción de la mezquita y del puente se había retrasado porque habían estado enseñando al gobierno afgano cómo hacerse cargo de semejantes proyectos. “La actitud estadounidense es que se hagan las cosas. Nuestro enfoque es que se refuerce al gobierno para que lo haga”, me dijo un funcionario gubernamental británico en Helmand.
Las disputas entre los aliados pronto llevaron a una diferencia más fundamental sobre la estrategia de la guerra: los marines buscaban la expansión; los británicos querían reducir los gastos. En la primavera de 2010, había en Helmand 21.000 soldados estadounidenses, en su mayoría marines, en comparación con unos 9.000 británicos.
Los marines querían avanzar hacia el sur a la ciudad de Barham Chah en la frontera paquistaní, y hacia el oeste a la vecina provincia Nimruz, que linda con Irán. Ninguna de las dos incursiones parecía ajustarse a la misión de contrainsurgencia del general Stanley McChrystal. Barham Chah era pequeña, y los sujetos malos en los que estaban interesados los marines –insurgentes y contrabandistas de drogas– a menudo conducían por el desierto, evitando la ciudad. Nimruz era sobre todo arena. El comando de la OTAN le daba tan poca importancia estratégica que era una de solo cuatro provincias que carecían de un equipo de reconstrucción. Pero los marines veían peligro, y potencial.
Sus informes de inteligencia indicaban que los combatientes talibanes utilizaban la parte septentrional de la provincia para realizar ataques en Helmand. Comenzaron a construir una amplia base en el borde nororiental de la provincia. Los planes originales del campamento incluían dos pistas de aterrizaje, un hospital de campaña avanzado, una oficina de correos, un gran negocio de artículos varios y filas de remolques de vivienda. Nicholson esperaba que más de 3.000 marines –la décima parte de las tropas de la ‘oleada’– estuvieran allí a mediados de 2010. Pero la ambición de los marines no tomó en consideración la fatiga británica.
A medida que aumentaban las bajas británicas en 2009 –julio de ese año fue el mes más sangriento hasta entonces para las fuerzas británicas en Helmand– el débil apoyo del público a la guerra disminuyó aún más dentro del país, originando llamamientos a un cambio de estrategia. Algunos en el Partido Laborista llamaron a una retirada total para finales de ese año. Era evidente que la posición de Gran Bretaña en Helmand tenía que cambiar si Gordon Brown quería impedir una verdadera revuelta. El primer paso del gobierno fue informar a la administración de Obama de que no aumentaría las fuerzas, ni siquiera nominalmente, en tándem con la ‘oleada’ estadounidense. Luego, el Ministerio de Defensa instruyó a los comandantes militares para que prepararan planes secretos para entregar Sangin y Musa Qala a los estadounidenses y se consolidaran en partes menos peligrosas de la provincia.
El deseo británico de ceder Sangin quedó claro en diciembre de 2009 cuando David Cameron, que llegaría a ser primer ministro en algunos meses, visitó Helmand. Sus compatriotas, dijo, estaban “demasiado dispersos”. Para entonces, 245 soldados británicos habían muerto en Afganistán. Otra estadística, también evaluada por los dirigentes británicos: aunque tenían un 30% de las tropas en Helmand, eran responsables de un 70% de la población.
Cuando Cameron se reunió con Nicholson y su asesor político, Kael Weston, el máximo comandante británico en Helmand, el brigadier general James Cowan, comenzó a establecer la base de un giro al subrayar el sacrificio británico. Cowan dijo que recientemente había consultado al hospital de campaña británico cercano al Campo Leatherneck en Helmand, que trataba a estadounidenses y británicos, cuánta sangre habían transfundido el mes anterior. La respuesta, informó Cowan, fue que se había utilizado mucha más sangre para los británicos –porque habían tenido muchas bajas– que para los marines.
Un silencio embarazoso se originó en la sala. Cameron no dijo nada. Después de 10 segundos, Weston dio su opinión. “Ya hemos derramado suficiente sangre aquí”, dijo.
Al mes siguiente, cuando el secretario de Exteriores [laborista] David Miliband visitó Helmand, un asistente le entregó una nota durante su reunión con Nicholson y Weston. Otros dos soldados británicos habían muerto en Sangin. En ese momento Weston comprendió los riesgos para ambas naciones: los británicos ya no podían soportar esos mensajes, pero eso significarían más notificaciones semejantes para Nicholson y sus sucesores de los marines. A medida que continuaba la reunión a Weston le pareció que Miliband estaba pidiendo discretamente a Nicholson que ayudara a Gran Bretaña en lugar de presentar el asunto de un modo más importante a Hillary Clinton o al secretario de Defensa de EE.UU., Robert Gates. Poco después, Weston escribió un cable al embajador Eikenberry titulado “EE.UU.-Gran Bretaña en una encrucijada”. Argumentó que EE.UU. tenía que sacar con cuidado a su más cercano aliado de las partes más duras de Helmand, no obligar a los británicos a resistir. Eikenberry estuvo de acuerdo y redactó un memorándum que envió directamente a Clinton.
Nicholson aceptó enfrentarse en Musa Wala, pero no quería hacerlo en Sangin. Los oficiales de su personal se burlaban de los británicos. Lo importante de la ‘oleada’ estadounidense, tal como la veían, era llegar a sitios donde no había fuerzas de la coalición, no rescatar la parte del país ocupada por el segundo contingente militar en Afganistán.
Los oficiales británicos decidieron finalmente que permitirían que los marines, que siempre parecían ansiosos de combatir, llegaran por sus propios medios a Sangin. Sucedió temprano en el verano de 2010. Después de la transferencia en Musa Qala, el máximo comandante británico en Helmand había aceptado colocar sus tropas en Sangin bajo el control de los marines. El coronel Paul Kennedy, el máximo comandante de operaciones de los marines en el norte de Helmand, concluyó rápidamente que necesitaba más fuerzas. Pronto después de la llegada del nuevo batallón en julio, los funcionarios británicos informaron a los estadounidenses de que la unidad británica de Sangin no sería reemplazada cuando su período terminara a principios de octubre.
Al concentrarse en Lashkar Gah y sus alrededores y los distritos de Gereshk y Nad Ali, los militares británicos tuvieron finalmente suficiente poder combativo para realizar una auténtica misión de contrainsurgencia para proteger a la población. Pero no pasó mucho tiempo antes de que ambas partes reanudaran sus dimes y diretes. Esa vez, Sangin reemplazó a Musa Qala como principal punto de fricción. Los marines consideraron que la oficina de reconstrucción dirigida por los británicos comenzó a prestar menos atención a Sangin después de la partida de las fuerzas británicas. Los funcionarios británicos rechazaron la afirmación, pero no deberían haberlo hecho. Aunque los marines creían que Sangin era la parte más crítica de la provincia –porque los combates eran tan intensos– no lo era. Lashkar Gash y Gereshk eran mucho más populosas y vitales.
Pero los marines no estaban totalmente equivocados: si debían tener éxito donde los británicos habían fracasado en Sangin, necesitaban más que rifles y misiles; necesitaban recursos significativos para la reconstrucción.
La disputa volvió a mostrar que los dos aliados más cercanos en Afganistán no lograban a entenderse. Si los británicos no hubieran torpedeado su relación con los marines mediante tratos improcedentes y una actitud propia del Siglo XIX hacia los afganos, y si los marines no hubieran comparado siempre la moderación británica con apaciguamiento, los militares de las dos partes podrían haber sido verdaderos aliados. Los británicos podrían haber emulado el modelo estadounidense de acumular poder de combate para atacar dura y fuertemente. Y los marines podrían haber aceptado la sabiduría británica de escoger solo los combates más importantes. Es casi seguro que el resultado habría sido menos bolsas de cadáveres cubiertas con la bandera británica o con las barras y estrellas.
Fuente: http://www.guardian.co.uk/world/2012/jul/03/us-army-battles-british-afghanistan
Nota:
INTERESANTE ¿ verdad ?.....ya van saliendo los TRAPITOS SUCIOS al SOL entre ALIADOS....
https://www.youtube.com/watch?v=88pnthIqZ50&feature=player_embedded
Un piloto de EEUU bombardea afganos al son de 'Bye Bye Ms. American pie'
Autor: Actualidad RT
Fecha de publicación: 06/07/12
6 julio 2012 - El piloto de un helicóptero militar estadounidense lanzó un proyectil contra unos vecinos afganos de la provincia de Wardak (este del país), mientras cantaba "Bye Bye Ms. American Pie", según un vídeo en la página web LiveLeak.com. La grabación fue hecha desde el mismo helicóptero.
La descripción del video en la página reza que el helicóptero AH-64 Apache de la 101ª División Aerotransportada disparó el proyectil Hellfire apuntado a campesinos afganos que plantaban semillas de adormidera o planta de opio.
La grabación muestra a dos hombres que tratan de escapar después de la explosión, y contra los que el piloto volvió a disparar, errando el tiro. Mientras bombardeaba, el piloto norteamericano canturreaba la famosa canción 'Bye Bye Ms. American Pie' ('Adiós Adiós Señorita Pastel Americano'). De acuerdo a la descripción del video, el ataque tuvo lugar el 1 de septiembre de 2009.
Nota:
Apuesto Fuertes a Lochas que el Piloto estaba lleno de TALCO....hasta los tequeteques...
Y una MUY INTERESANTE nota REPORTAJE del Diario Ingles The Guardian.....sip no es “ Cuba Debate “, por si acaso salen los decalificadores de oficio; muestra la GUERRA ......no “ Ataques Esporadicos de Pequenos Grupos Aislados “....cómo califican los disociados y teclado warriors...
Afganistán
El ejército de EE.UU. libró una auténtica batalla contra los británicos
Rajiv Chandrasekaran
guardian.co.uk
Los marines estadounidenses y los asesores civiles británicos libraron dos guerras en las montañas de la provincia Helmand a mediados de 2010: por un lado se enfrentaban a los talibanes y por otra parte los unos contra los otros.
La disputa entre los aliados comenzó con la llegada en esa primavera de más fuerzas de marines como parte de la ‘oleada’ estadounidense, pero la tensión tuvo sus raíces en el verano de 2006, cuando los comandantes británicos decidieron establecer puestos avanzados en los distritos de Sangin y Musa Qala que fueron rápidamente sitiados y casi invadidos por los talibanes. ( No y que controlaban EL PAIS...ajá...)
En Musa Qala, la primera ola de soldados británicos casi se quedó sin municiones después de tres meses de terribles combates. Sin una manera fácil de reabastecerlos –era demasiado arriesgado conducir convoyes o enviar helicópteros Chinook de dos rotores, los únicos que tenían los británicos– los comandantes desesperados aceptaron una sospechosa oferta de un líder tribal en el distrito: si los soldados británicos se iban, dijo el líder, también lo harían los insurgentes y los residentes se harían cargo de la seguridad. Los británicos partieron en un convoy de camiones locales.
La tregua duro poco, y en el mes de febrero siguiente cientos de combatientes talibanes habían vuelto a ocupar la zona llevando a los británicos, con la ayuda de la 82 división aerotransportada del ejército de EE.UU., a realizar una operación masiva a finales de 2007 para recuperar el control del centro del distrito. Lograron expulsar a los talibanes de la ciudad. Luego los británicos se detuvieron. ( Una guará....CIENTOS DE TALLIBANES....y luego OPERACIONES MASIVAS....ajá...)
Establecieron líneas de fuego a unos 6 kilómetros al norte y el sur del centro de la ciudad; todo lo que estaba más allá era territorio insurgente.
En Sangin no se pudo llegar a un acuerdo, por lo tanto los comandantes británicos enviaron más fuerzas. Todavía no tenían el personal necesario para lograr una ventaja decisiva.
Los insurgentes instalaron fábricas de bombas en un valle que tocaba la fuente del río Helmand y establecieron un pacto informal de defensa mutua con los señores de la droga que dirigían una red de laboratorios de procesamiento de opio en aldeas en las laderas de los cerros. Los comandantes británicos empeoraron las cosas al extender sus tropas en diferentes pequeños puestos avanzados a lo largo del valle, condenándolas a una misión inútil: eliminarían a los insurgentes de pequeñas partes del distrito, pero luego tenían que seguir adelante. Los talibanes volvían a ocuparlas, obligando a los británicos a atacar las mismas áreas una y otra vez. Los exuberantes trigales y densos huertos de adormideras de opio de Sangin se convirtieron rápidamente en campos de la muerte. De 2006 a 2010, las bombas y balas de los talibanes en el distrito costaron la vida a más de 100 soldados británicos, cerca de un tercio del número total de muertos en ese período en el país. ( A VAINA no y que sólo fuerón 15 MUERTOS....en ESE período....)
Poco después del final de la tregua en Musa Qala, el máximo comandante de EE.UU. y de la OTAN de la época, el general Dan McNeill, dijo a un funcionario estadounidense visitante que los británicos hicieron “un desastre en Helmand”.
En enero de 2009, el gobernador afgano de Helmand, Gulab Mangal, hizo una breve visita a Sangin, donde descubrió que los insurgentes operaban impunemente a no más de 500 metros del centro del distrito. Mangal se enfureció cuando los soldados británicos le contaron que no era seguro ir al bazar o a cualquier sitio a más de 200 metros del principal campamento británico. “Dejad de llamarlo el distrito Sangin y comenzad a llamarlo la base Sangin. Todo lo que habéis hecho es construir un campamente militar cerca de la ciudad”, se quejó.
Mangal se enojó aún más cuando el comandante del ejército afgano y el gobernador del distrito le dijeron que los soldados británicos “estaban allanando viviendas, caminando por los techos de las casas y tratando mal a la población, incluso apuntando a las personas con sus armas y entrando en las áreas de trabajo de las mujeres”, según un cable del Departamento de Estado que describió la visita.
La decepción con respecto a los británicos se extendió a Kabul. Hacia finales de 2008, el presidente afgano Hamid Karzai puso en duda la efectividad de los británicos durante una reunión con los senadores estadounidenses John McCain, Joe Lieberman y Lindsey Graham. Contó una anécdota sobre una mujer de Helmand que le pidió que “sacara a los británicos y nos devolviera los estadounidenses”.
Los funcionarios británicos insistieron en que sus problemas en la provincia provenían de la falta de personal. A diferencia de los canadienses, que cedieron solo a regañadientes partes de la provincia Kandahar a los estadounidenses, los comandantes británicos estaban ansiosos de renunciar a la responsabilidad de amplios sectores de Helmand. Para no quedar mal, el Ministerio de Defensa deseaba un rescate discreto. Los británicos querían unos pocos soldados estadounidenses para que ayudaran en el centro y el norte de la provincia.
Eso permitiría que los británicos entregaran [los distritos de] Garmser y Nawa y evitaran tener que ocuparse de Marja. Se concentrarían en Lashkar Gah, la comunidad de Nad Ali y los distritos norteños de Musa Qala y Sangin. Los británicos también insistieron en conservar el control de la oficina de reconstrucción de Lashkar Gah, que recibía sus órdenes del Foreign Office [Ministerio de Exteriores] de Londres, no de la sede de la OTAN en Kabul.
La decisión de enviar a los impetuosos marines de EE.UU. a Helmand en lugar de a Kandahar puso boca abajo las esperanzas británicas de encontrar un delicado equilibrio entre los aliados. El máximo comandante de los marines en Afganistán era Larry Nicholson, un hábil practicante de la guerra moderna cuyos intereses sin uniforme incluían escuchar a Katy Perry y mirar Downton Abbey, y cuando llegó su brigada había más estadounidenses que británicos en la provincia. Nicholson se molestó rápidamente ante la actitud británica en la lucha contra la insurgencia.
Detestaba el establecimiento de líneas de fuego que los británicos no cruzaban, y sintió reticencia cuando vio que los soldados afganos estaban segregados en campamentos en las bases británicas. Propugnó una verdadera colaboración, no un vestigio de actitud colonial hacia los nativos, y eso significó comer y vivir juntos. Lo que más le molestó, sin embargo, fue el equipo británico de reconstrucción. Los miembros del equipo tenían sus propios puntos de vista sobre qué partes de la provincia merecían atención militar, y no siempre coincidían con los de Nicholson.
Era de esperar, porque los británicos habían tratado de priorizar durante tres años una misión sin el personal necesario. Pero EE.UU. había inyectado 10.672 marines en Helmand y Nicholson quería los derechos de voto que correspondían al accionista mayoritario.
Las tensiones estallaron durante la primera operación de los marines, la ofensiva en Nawa, Garmser y Khan Neshin. Los británicos pensaron que era una pérdida de tiempo penetrar en lo profundo del Desierto de la Muerte y realizar una misión de contrainsurgencia hecha y derecha en Khan Neshin. Lo que importaba a Nicholson era que el gobernador Mangal quería que los marines se dirigieran allí. Cuando el funcionario del Departamento de Estado Marc Chretien visitó la oficina de reconstrucción dos meses después del comienzo de la operación, los ánimos estaban muy encrespados.
“Vuestros marines parecen haber excedido el plan de operaciones” le dijo un teniente coronel británico.
“Bueno, por supuesto”, replicó Chretien. “Son marines. Son perros de guerra. Es lo que hacen”.
Cuando Chretien informó de que iba a Helmand a un general británico de tres estrellas que estaba visitando la provincia Anbar, el general le dijo: “Queremos un matrimonio con vosotros yanquis en Helmand, no una violación durante una cita”. Chretien tomó en serio la solicitud y repitió la cita al coronel Mike Killion, el máximo oficial de operaciones de Nicholson, antes de una reunión que tuvo con el jefe de la oficina de reconstrucción en septiembre de 2009. Killion era un marine amigo de las palabrotas con una caja de rapé en su bolsillo que supervisaba las misiones diarias de combate de la brigada.
“Listo”, dijo Killion a Chretien mientras entraban para reunirse con Hugh Powell, un diplomático educado en Oxford que dirigía la oficina de reconstrucción y supuestamente tenía el mismo rango que Nicholson y el general británico en la provincia. La reunión comenzó con una serie de bromas y luego un poco de historia. “Helmand era un sitio idílico”, dijo Powell, “y entonces llegaron vuestros marines”.
Killion pensaba que la provincia había sido invadida por los talibanes debido al apaciguamiento británico. “Mire, amigo, no cuesta ser idílico si uno se queda sentado sobre su trasero”, gruñó. “Estamos aquí para vencer” .
La reunión degeneró. Y también la relación. Cuando los marines avanzaron hacia Now Zad en diciembre de ese año, la sucesora de Powell, Lindy Cameron, se negó a suministrar el mismo tipo de recursos de reconstrucción asignados a otros distritos en la provincia porque pensaba que no tenía sentido tratar de reconstruir una ciudad que en ese momento había sido completamente abandonada por su población. “Nos fastidiaron”, me dijo furioso Nicholson en aquel entonces. “Y hablan de que todos estamos en el mismo equipo”.
Cameron tenía un argumento legítimo, pero los marines no querían escucharlo. Habían descartado la oficina de reconstrucción como perdidamente desconectada de la guerra, un punto de vista reforzado por las frecuentes fiestas y eventos sociales que tenían lugar en el complejo de la oficina en Lashkar Gad. No era tan alocado como en la embajada de EE.UU. en Kabul, pero los oficiales de Nicholson se mostraban incrédulos al saber que la oficina había realizado una juerga “Las Vegas chulos y furcias” mientras los marines combatían para pacificar Marja.
También estallaron desacuerdos en Musa Qala después de que los marines sustituyeran a los soldados británicos a principios de 2010. En 48 horas, los estadounidenses penetraron la línea del frente y ocuparon una localidad que había sido desde hace tiempo un bastión de los talibanes.
A continuación las unidades de marines comenzaron a atacar a los insurgentes mucho más allá de la antigua línea meridional. “No perseguían a los talibanes” dijo de los británicos el comandante de marines en el distrito, teniente coronel Michael Manning. “Iremos en su busca”.
( la ACTITUD de los británicos es típica de The Profesionals Treintañeros....la regla es " No Arriesgarse..." )
Cuando visité Musa Qala en julio de 2010, Manning hizo pocos esfuerzos por ocultar su frustración con el ritmo seguido por los representantes de la oficina de reconstrucción del área. La gran mezquita de Musa Qala, que había sido destruida en la operación militar de 2007, debería haber estado reparada dos años antes. Seguía siendo un gigantesco hoyo. Los británicos también habían prometido construir un puente sobre el lecho de un río que se inunda todos los inviernos, obligando a la gente a utilizar trasbordadores. “Estuvieron aquí cuatro años”, dijo otro oficial de los marines mientras miraba hacia el río que seguía sin tener puente. “¿Qué hicieron?”
Los funcionarios británicos insistieron en que la construcción de la mezquita y del puente se había retrasado porque habían estado enseñando al gobierno afgano cómo hacerse cargo de semejantes proyectos. “La actitud estadounidense es que se hagan las cosas. Nuestro enfoque es que se refuerce al gobierno para que lo haga”, me dijo un funcionario gubernamental británico en Helmand.
Las disputas entre los aliados pronto llevaron a una diferencia más fundamental sobre la estrategia de la guerra: los marines buscaban la expansión; los británicos querían reducir los gastos. En la primavera de 2010, había en Helmand 21.000 soldados estadounidenses, en su mayoría marines, en comparación con unos 9.000 británicos.
Los marines querían avanzar hacia el sur a la ciudad de Barham Chah en la frontera paquistaní, y hacia el oeste a la vecina provincia Nimruz, que linda con Irán. Ninguna de las dos incursiones parecía ajustarse a la misión de contrainsurgencia del general Stanley McChrystal. Barham Chah era pequeña, y los sujetos malos en los que estaban interesados los marines –insurgentes y contrabandistas de drogas– a menudo conducían por el desierto, evitando la ciudad. Nimruz era sobre todo arena. El comando de la OTAN le daba tan poca importancia estratégica que era una de solo cuatro provincias que carecían de un equipo de reconstrucción. Pero los marines veían peligro, y potencial.
Sus informes de inteligencia indicaban que los combatientes talibanes utilizaban la parte septentrional de la provincia para realizar ataques en Helmand. Comenzaron a construir una amplia base en el borde nororiental de la provincia. Los planes originales del campamento incluían dos pistas de aterrizaje, un hospital de campaña avanzado, una oficina de correos, un gran negocio de artículos varios y filas de remolques de vivienda. Nicholson esperaba que más de 3.000 marines –la décima parte de las tropas de la ‘oleada’– estuvieran allí a mediados de 2010. Pero la ambición de los marines no tomó en consideración la fatiga británica.
A medida que aumentaban las bajas británicas en 2009 –julio de ese año fue el mes más sangriento hasta entonces para las fuerzas británicas en Helmand– el débil apoyo del público a la guerra disminuyó aún más dentro del país, originando llamamientos a un cambio de estrategia. Algunos en el Partido Laborista llamaron a una retirada total para finales de ese año. Era evidente que la posición de Gran Bretaña en Helmand tenía que cambiar si Gordon Brown quería impedir una verdadera revuelta. El primer paso del gobierno fue informar a la administración de Obama de que no aumentaría las fuerzas, ni siquiera nominalmente, en tándem con la ‘oleada’ estadounidense. Luego, el Ministerio de Defensa instruyó a los comandantes militares para que prepararan planes secretos para entregar Sangin y Musa Qala a los estadounidenses y se consolidaran en partes menos peligrosas de la provincia.
El deseo británico de ceder Sangin quedó claro en diciembre de 2009 cuando David Cameron, que llegaría a ser primer ministro en algunos meses, visitó Helmand. Sus compatriotas, dijo, estaban “demasiado dispersos”. Para entonces, 245 soldados británicos habían muerto en Afganistán. Otra estadística, también evaluada por los dirigentes británicos: aunque tenían un 30% de las tropas en Helmand, eran responsables de un 70% de la población.
Cuando Cameron se reunió con Nicholson y su asesor político, Kael Weston, el máximo comandante británico en Helmand, el brigadier general James Cowan, comenzó a establecer la base de un giro al subrayar el sacrificio británico. Cowan dijo que recientemente había consultado al hospital de campaña británico cercano al Campo Leatherneck en Helmand, que trataba a estadounidenses y británicos, cuánta sangre habían transfundido el mes anterior. La respuesta, informó Cowan, fue que se había utilizado mucha más sangre para los británicos –porque habían tenido muchas bajas– que para los marines.
Un silencio embarazoso se originó en la sala. Cameron no dijo nada. Después de 10 segundos, Weston dio su opinión. “Ya hemos derramado suficiente sangre aquí”, dijo.
Al mes siguiente, cuando el secretario de Exteriores [laborista] David Miliband visitó Helmand, un asistente le entregó una nota durante su reunión con Nicholson y Weston. Otros dos soldados británicos habían muerto en Sangin. En ese momento Weston comprendió los riesgos para ambas naciones: los británicos ya no podían soportar esos mensajes, pero eso significarían más notificaciones semejantes para Nicholson y sus sucesores de los marines. A medida que continuaba la reunión a Weston le pareció que Miliband estaba pidiendo discretamente a Nicholson que ayudara a Gran Bretaña en lugar de presentar el asunto de un modo más importante a Hillary Clinton o al secretario de Defensa de EE.UU., Robert Gates. Poco después, Weston escribió un cable al embajador Eikenberry titulado “EE.UU.-Gran Bretaña en una encrucijada”. Argumentó que EE.UU. tenía que sacar con cuidado a su más cercano aliado de las partes más duras de Helmand, no obligar a los británicos a resistir. Eikenberry estuvo de acuerdo y redactó un memorándum que envió directamente a Clinton.
Nicholson aceptó enfrentarse en Musa Wala, pero no quería hacerlo en Sangin. Los oficiales de su personal se burlaban de los británicos. Lo importante de la ‘oleada’ estadounidense, tal como la veían, era llegar a sitios donde no había fuerzas de la coalición, no rescatar la parte del país ocupada por el segundo contingente militar en Afganistán.
Los oficiales británicos decidieron finalmente que permitirían que los marines, que siempre parecían ansiosos de combatir, llegaran por sus propios medios a Sangin. Sucedió temprano en el verano de 2010. Después de la transferencia en Musa Qala, el máximo comandante británico en Helmand había aceptado colocar sus tropas en Sangin bajo el control de los marines. El coronel Paul Kennedy, el máximo comandante de operaciones de los marines en el norte de Helmand, concluyó rápidamente que necesitaba más fuerzas. Pronto después de la llegada del nuevo batallón en julio, los funcionarios británicos informaron a los estadounidenses de que la unidad británica de Sangin no sería reemplazada cuando su período terminara a principios de octubre.
Al concentrarse en Lashkar Gah y sus alrededores y los distritos de Gereshk y Nad Ali, los militares británicos tuvieron finalmente suficiente poder combativo para realizar una auténtica misión de contrainsurgencia para proteger a la población. Pero no pasó mucho tiempo antes de que ambas partes reanudaran sus dimes y diretes. Esa vez, Sangin reemplazó a Musa Qala como principal punto de fricción. Los marines consideraron que la oficina de reconstrucción dirigida por los británicos comenzó a prestar menos atención a Sangin después de la partida de las fuerzas británicas. Los funcionarios británicos rechazaron la afirmación, pero no deberían haberlo hecho. Aunque los marines creían que Sangin era la parte más crítica de la provincia –porque los combates eran tan intensos– no lo era. Lashkar Gash y Gereshk eran mucho más populosas y vitales.
Pero los marines no estaban totalmente equivocados: si debían tener éxito donde los británicos habían fracasado en Sangin, necesitaban más que rifles y misiles; necesitaban recursos significativos para la reconstrucción.
La disputa volvió a mostrar que los dos aliados más cercanos en Afganistán no lograban a entenderse. Si los británicos no hubieran torpedeado su relación con los marines mediante tratos improcedentes y una actitud propia del Siglo XIX hacia los afganos, y si los marines no hubieran comparado siempre la moderación británica con apaciguamiento, los militares de las dos partes podrían haber sido verdaderos aliados. Los británicos podrían haber emulado el modelo estadounidense de acumular poder de combate para atacar dura y fuertemente. Y los marines podrían haber aceptado la sabiduría británica de escoger solo los combates más importantes. Es casi seguro que el resultado habría sido menos bolsas de cadáveres cubiertas con la bandera británica o con las barras y estrellas.
Fuente: http://www.guardian.co.uk/world/2012/jul/03/us-army-battles-british-afghanistan
Nota:
INTERESANTE ¿ verdad ?.....ya van saliendo los TRAPITOS SUCIOS al SOL entre ALIADOS....
horaes- Sargento Mayor de Segunda
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Fecha de inscripción : 27/10/2009
Re: Afganistan
horaes escribió:Parece que TODOS los ESTADOS COLONIALISTAS tienen su My Lai :
La masacre en Afganistán no fue locura
Robert Fisk
La Jornada
Empieza a cansarme este cuento del soldado demente. Era predecible, por supuesto. No bien el sargento de 38 años que masacró el domingo pasado a 16 civiles afganos, entre ellos nueve niños, cerca de Kandahar, regresó a su base, ya los expertos en defensa y los chicos y chicas de los centros de pensamiento anunciaban que había enloquecido. No era un perverso terrorista sin entrañas –como sería, desde luego, si hubiera sido afgano, en especial talibán–, sino sólo un tipo que se volvió loco.
Esa misma tontería se usó para describir a los soldados estadunidenses homicidas que perpetraron una orgía de sangre en la ciudad iraquí de Haditha. Con la misma palabra se describió al soldado israelí Baruch Goldstein, quien masacró a 25 palestinos en Hebrón, algo que hice notar en este mismo periódico apenas unas horas antes de que el sargento enloqueciera de pronto en la provincia de Kandahar.
Al parecer enloqueció, anunciaron periodistas. Un hombre “que probablemente había sufrido algún colapso (The Guardian)”, un soldado rufián (Financial Times) cuyo disturbio (The New York Times) fue sin duda (sic) perpetrado en un rapto de locura (Le Figaro).
¿De veras? ¿Se supone que creamos eso? Claro, si hubiera estado loco por completo, nuestro sargento habría matado a 16 de sus compañeros estadunidenses. Habría asesinado a sus camaradas y después prendido fuego a los cuerpos. Pero no, no mató a estadunidenses; escogió matar a afganos. Hubo una elección. ¿Por qué, entonces, mató a afganos?
Existe una pista interesante en todo esto, la cual no hubiera aparecido en los informes de los medios. De hecho, la narración de los hechos ha sido curiosamente lobotomizada –censurada, incluso– por quienes han tratado de explicar la atroz masacre en Kandahar. Recordaron la quema de ejemplares del Corán –cuando soldados estadunidenses en Bagram los arrojaron a una hoguera– y las muertes de seis soldados de la OTAN, dos de ellos estadunidenses, que vinieron después. Pero vuélenme en pedazos si no olvidaron –y esto se aplica a todas las notas informativas sobre la reciente matanza– una declaración notable y sumamente significativa del comandante en jefe del ejército estadunidense en Afganistán, el general John Allen, hace exactamente 22 días. De hecho, fue una declaración tan inusitada que recorté las palabras en mi periódico matutino y puse el recorte en mi maletín para referencia futura.
Allen dijo a sus hombres: Ésta no es la hora de la venganza por las muertes de los soldados estadunidenses muertos en los disturbios del jueves. Les advirtió que debían resistir cualquier urgencia que sientan de devolver el golpe, luego de que un soldado afgano dio muerte a los dos estadunidenses. “Habrá momentos como éste en que estarán ustedes buscando el significado de estas muertes –continuó–. Momentos como éste, en que sus emociones serán gobernadas por la rabia y el deseo de desquite. Ésta no es la hora de la venganza; es la hora de mirar al fondo de su alma, de recordar su misión, recordar su disciplina, recordar quiénes son ustedes.”
Fue un llamado extraordinario, viniendo del comandante en jefe de Estados Unidos en Afganistán. El general se vio precisado a decir a su ejército, supuestamente bien disciplinado, profesional, de élite, que no cobrara venganza en los afganos a los que supuestamente está ayudando/protegiendo/educando/adiestrando, etc. Tuvo que decir a sus soldados que no cometieran asesinatos.
Sé que los generales decían esas cosas en Vietnam. Pero, ¿en Afganistán? ¿Han llegado las cosas a ese extremo? Me temo que sí. Porque, por mucho que me disgustan los generales, he tratado con muchos de ellos en persona y, en general, tienen una idea bastante acertada de lo que ocurre en sus filas. Y sospecho que el general John Allen ya había sido advertido por sus oficiales de que sus soldados estaban furiosos por las muertes que vinieron después de la quema de los ejemplares del Corán y tal vez habían decidido emprender una escalada de venganza. Por eso trató de un modo tan desesperado –en una declaración tan impactante como reveladora– de prevenir una masacre exactamente como la que ocurrió el domingo pasado.
Sin embargo, ese mensaje fue borrado por completo de la memoria de los expertos cuando analizaron esa matanza. No se permitió en sus relatos ninguna alusión a las palabras del general Allen, ninguna referencia, porque, desde luego, eso habría sacado a nuestro sargento del grupo de los enloquecidos y le habría dado un posible motivo para la masacre. Como de costumbre, los periodistas tuvieron que meterse a la cama con los militares para procrear un demente y no un asesino. Pobre tipo: andaba mal de la cabeza. No sabía lo que hacía. No es extraño que lo hayan sacado de Afganistán tan rápido.
Todos hemos tenido nuestras masacres. Ahí está My Lai, y nuestro propio My Lai británico, en una aldea malaya llamada Batang Kali, donde los guardias escoceses –envueltos en un conflicto contra despiadados insurgentes comunistas– asesinaron a 24 indefensos trabajadores del hule, en 1948. Claro, se puede aducir que los franceses en Argelia fueron peores que los estadunidenses en Afganistán –se dice que una unidad francesa de artillería desapareció a 2 mil argelinos en seis meses–, pero eso es tanto como decir que somos mejores que Saddam Hussein. Cierto, pero vaya parámetro de moralidad.
De eso se trata todo esto. Disciplina. Moralidad. Valor. El valor de no matar en venganza. Pero cuando uno va perdiendo una guerra que finge estar ganando –me refiero a Afganistán, por supuesto–, supongo que eso es esperar demasiado. Parece que el general Allen perdió su tiempo.
The Independent
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2012/03/18/opinion/024a1mun
Nota:
Y son HECHOS HISTORICOS...investiguen....La BATALLA de ARGEL....y la actuación de Les Paras...
Por cierto TODOS...PROFESIONALES....curioso verdad.....
la rutina de la guerra hace que se vuelva un trabajo como cualquier otro, a veces se le pone un poco de demencia
pero eso es normal en todos los conflictos, la desshumanización, lo dificil es hacer que esos hombres vuelvan a la vida civil
Tato- Sargento Mayor de Tercera
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Re: Afganistan
Aaaaah o sea es RUTINARIO dejar a los mandos de un UH-1 HUEY COBRA a un PSICOPATA que mata dos o tres....... CAMPESINOs con un HELLFIRE....ojo no fuego de cañón de 20 mm o Cañón Gatling de 12,7 o 7,62.....
No señor con un ATGW HELLFIRE....o sea amigo Tato según su RAZONAMIENTO es LICITO entonces que la PONAL, el EC o la FAC ametrallen a los CAMPESINOS que siembran los PLANTIOS de HOJA DE COCA en su PAIS....a sueldo de las BACRIM y las FARC-EP y ELN....ajá....INTERESANTE...
Sip....otra TATADA.....éste muchachito no aprende.....
Estamos hablando en AMBOS ARTICULOS de PRENSA y de COLOFON el VIDEO de la ACTUACION de PSICOPATAS....amigo Tato....
Un saludo...
En las mayusculas....RECALCO...
horaes- Sargento Mayor de Segunda
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Re: Afganistan
horaes no pierda tiempo en personajes, virtuales putrefactos
vudu 1- Capitán
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Localización : selva!!!
Re: Afganistan
REPORTAJES DE una PERIODISTA ESPAÑOLA:
AFGANISTÁN | Con las tropas españolas
Tirando del Ejército afgano
Mònica Bernabé | Moqur (Afganistán)
Actualizado lunes 03/12/2012 16:04 horas
El campamento español Ricketts, en la localidad afgana de Moqur, está "petado de gente", en palabras del capitán de la base, José Alberto Sánchez Romero. La Brigada de Infantería Ligera Aeorotransportable (Brilat) se dispone a llevar a cabo una operación en el peligroso valle de Darr-e-bum, controlado en parte por la insurgencia, y han llegado a la base refuerzos desde Qala-e-now, la capital provincial. Nunca antes había habido tantos efectivos en el campamento. Las tiendas de campaña que normalmente se utilizan como gimnasio se han tenido que habilitar como alojamiento, y parte de los soldados tienen que dormir en el suelo. No hay suficientes camastros para todos.
"Capitán, los americanos no han venido, ¿verdad?", pregunta el comandante Juan Luis Carranza durante una reunión de planeamiento de la operación que una docena de oficiales celebran en una tienda de campaña.
"No, no han venido", confirma el capitán Romero, moviendo la cabeza de un lado para otro.
"Pero se habrán excusado, ¿no?", interroga el teniente coronel José Ramón Pérez, al mando de la operación y frunciendo el ceño.
"Pues no, de momento, no", contesta con la boca pequeña otro oficial, el comandante David Cuesta.
Las tropas españolas tienen previsto intervenir en dos puntos del valle de Darr-e-bum: en el norte, una zona relativamente tranquila, donde distribuirán ayuda humanitaria. Y en el sur, un auténtico santuario de los talibán. Su objetivo es apoyar al Ejército afgano para que sus soldados se adentren en la localidad de Kabulché, totalmente controlada por los talibán. La contribución de los efectivos estadounidenses es importante, pero lo es aún más la del Ejército afgano. La operación durará dos días.
"He hablado con el coronel del batallón afgano y espero que podamos contar con una sección reducida para la operación, pero nada más. No tienen más efectivos. El resto de soldados están distribuidos en diferentes puntos de vigilancia o se encargan de la protección de su propia base", el comandante Carranza, uno de los asesores militares españoles del Ejército afgano, declara chafando los planes que las tropas españolas habían realizado. Esperaban disponer de al menos una compañía afgana. O sea, un centenar de hombres, y no sólo con un par de decenas de soldados.
"Y el teniente de Darr-e-bum cuyos soldados tienen que participar en la operación no sabe ni que la vamos a hacer", añade Carranza planteando un panorama que no pinta nada bien. "Es que esta gente no tiene ni internet ni nada. Ni tampoco hemos conseguido contactar con él por teléfono móvil", se justifica. "Al menos tenemos la orden por escrito de su coronel".
"¿Pero tenemos asegurada una sección disminuida para ir al sur de Darr-e-bum?", le corta el teniente coronel Pérez con tono enfadado.
"Voy a intentar conseguir una sección ampliada", responde Carranza resolutivo. "De acuerdo, pues entonces empezamos la operación a las siete de la mañana", propone el teniente coronel.
"El Ejército afgano me ha dicho que a las ocho, que antes no podían", corrige el comandante Carranza, volviendo a tirar por tierra lo que los españoles habían preparado. "Es que ellos tienen que ir a los puestos de vigilancia y desplegarse por la ruta, y eso les lleva tiempo", añade, intentando salvar la cara de los afganos.
El teniente coronel Pérez cede porque no le queda más remedio, pero se niega a dar su brazo a torcer de nuevo cuando Carranza le plantea que el Ejército afgano quiere que los zapadores españoles, y no ellos, vayan abriendo camino.
"Creo que hay suficientes argumentos para convencerles de que ellos deben ir primero", declara el teniente coronel. En teoría ya se ha iniciado el proceso de transición en que las fuerzas de seguridad afganas deben liderar las operaciones, y no ir a remolque de las tropas internacionales como han hecho hasta ahora.
"Juan Luis, díselo como quieras, pero déjales bien claro que el propósito de la operación es que el Ejército afgano vaya a Kabulché", dice Pérez, ya un poco exaltado y llamando al comandante Carranza directamente por su nombre de pila, y no por su rango. "Tendrán nuestro apoyo. Dispondremos de helicópteros Apache y del mortero embarcado. Pero a Kabulché tienen que ir ellos y no quiero que haya ni un solo tiro dentro de pueblo. Por encima de todo hay que evitar las bajas civiles", declara con tono fuerte y alto.
Tras esa reunión de planeamiento, se realizaron otras. A las doce de la noche el capitán Romero aún andaba dando vueltas en el puesto de mando con los últimos flecos. La operación no empezaría a las siete de la mañana, sino a las ocho. Las tropas estadounidenses no irían. Finalmente disculparon su ausencia por problemas técnicos. Y era una incógnita saber cuántos efectivos afganos participarían, y si lo harían. Pero eso sí, las tropas españolas estaban preparadas.
Mi respeto y admiración por nuestros hombres.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/12/0 ... 89198.html
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En el caos afgano
Un afgano es cacheado en la entrada de la base militar española en Qala-e-now. | Mònica Bernabé
Mònica Bernabé | Qala-e-now (Afganistán)
Actualizado jueves 29/11/2012 18:34 horas
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"Todo este material es americano", dice el teniente de la guardia civil Elices en el interior de un contenedor de paredes blancas y luz de tubos fluorescentes que le dan un aspecto pálido, y mostrando con cierta satisfacción un ordenador portátil militar con las siglas BAT y el dibujo de un murciélago que recuerdan al mítico superhéroe norteamericano. Sin embargo, BAT no significa aquí Batman sino "herramienta automática biométrica", un sistema que las tropas estadounidenses utilizan en Afganistán para identificar a supuestos insurgentes.
"Estamos en el país que estamos, y si alguien no tiene documento de identidad, se lo pide a un amigo y asunto solucionado", comenta el teniente, dejando claro que lo que en cualquier país occidental se podría considerar un sistema de identificación normal, en Afganistán simplemente no funciona. Sólo algunos afganos tienen carnet de identidad. El registro de los nacimientos no es obligatorio, ni tampoco el de los matrimonios. Por no haber, no hay ni un censo electoral a pesar de que ya se han celebrado cuatro citas con las urnas. Saber quién es quién en Afganistán es casi como buscar una aguja en un pajar.
"Depende del día, pero podemos identificar desde diez hasta más de cuarenta personas en una sola jornada", declara el sargento primero Montero, también guardia civil y también destinado durante horas cada día en ese contenedor de paredes blancas situado en la entrada de labase militar de Ruy González de Clavijo, que las tropas españolas tienen en Qala-e-now, la capital de la provincia de Badghis, en el noroeste de Afganistán. Allí se alojan casi un millar de militares. Intentar identificar quién entra y quién sale de la base es vital. Y no sólo eso. Los guardias civiles también se encargan de controlar quién embarca en cualquier vuelo militar español que despega desde esa localidad. En todos los casos, el procedimiento es siempre el mismo: hacen una fotografía a cada individuo, le escanean el iris de los ojos, y le toman las huellas dactilares de los diez dedos de las manos.
"El sistema ya te avisa si esa persona supone un riesgo o no, y te indica qué hacer. Por ejemplo, te dice si debes impedirle el acceso a la base o directamente detenerlo", explica el sargento primero Montero mientras hace una demostración con el equipo informático estadounidense que pone un cierto orden al caos afgano: conecta con una base de datos que contiene miles y miles de perfiles de supuestos insurgentes tras años de recogida de fotos, iris y huellas dactilares, y a la que tiene acceso la mayoría de países que constituyen la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF).
Retirada
Con la retirada de las tropas extranjeras, la mayoría de esas máquinas también se irán. El Gobierno afgano no tiene acceso a la base de datos, y desde hace meses habla de su intención de implantar un carné de identidad electrónico, pero sin que se haya dado ningún paso firme en ese sentido de momento.
Durante los próximos días acompañaré al nuevo contingente español que se acaba de desplegar en los puestos avanzados de combate de Moqury Ludina, en la provincia de Badghis, y que está formado en su mayoría por efectivos de la Brigada de Infantería Ligera Aeorotransportable(Brilat), procedente de Pontevedra, Asturias y Valladolid. La Brilat toma el relevo a la Brigada Paracaidista para precisamente encargarse del inicio de la retirada. Será el primer contingente que estará seis meses consecutivos en Afganistán y ha tenido un estreno un poco accidentado. Un teniente español resultó herido el pasado 10 de noviembre por disparos de un supuesto soldado del Ejército afgano.
Cada día decenas de afganos entran en la base militar española de Qala-e-now para trabajar. Los ataques de soldados y policías de las propias fuerzas de seguridad afganas se han convertido en una de las principales amenazas de las tropas internacionales en Afganistán. Más de cincuenta soldados extranjeros han muerto de esa forma este año. El enemigo puede entrar así: tranquilamente por la puerta.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/28/espana/1354126938.html
Nota:
Interesantes ARTICULOS y muchos españoles se preguntan, cito:
¿ QUE COÑO HACEMOS EN AFGANISTAN ?...............
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Otros ARTICULOS de la misma PERIODISTA ESPAÑOLA y ojo es EL MUNDO de.....ESPAÑA.....
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/29/espana/1354204311.html
Guerra al frío
Carretera de salida de la localidad de Qala-e-now, vista desde un blindado español esta semana. | Mònica Bernabé
• El paisaje de la provincia de Badghis resulta casi apocalíptico en invierno
• Los militares españoles se preparan para afrontar hasta -20ºC
Mònica Bernabé | Moqur (Afganistán)
Actualizado lunes 03/12/2012 16:29 horas
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Comentarios 17
"Mi sargento, voy a subir a limpiar la cámara, que no veo nada", dice un soldado español encaramándose por segunda vez a la parte superior del blindado militar para quitar los goterones de lluvia que cubren el objetivo de la cámara que corona el RG-31 y a través de la cual el tirador vigila los alrededores y apunta al blanco. Ha llovido como si fuera casi el diluvio universal, y la provincia de Badghis, donde el grueso de las tropas españolas están destinadas en el noroeste de Afganistán, parece más pobre y mísera, si cabe, de lo que ya lo es el resto del año.
Los caminos que eran de tierra y polvo en verano, ahora son auténticos barrizales con enormes balsas de agua. Y las casas de adobe que conforman las aldeas parecen que se mantengan en pie de puro milagro. Pedazos de plástico anclados con piedras cubren los tejados. Es la forma que la población local tiene de intentar evitar su colapso durante el invierno.
A través de los cristales empañados del blindado militar, el paisaje resulta casi apocalíptico: hombres que caminan encogidos envueltos en una especie de manta bajo una llovizna que se cala en los huesos, y niños que corretean en chancletas a pesar del barro y el intenso frío. Algunos tiran piedras a los blindados españoles. Otros, sonrientes, les dicen adiós con la mano.
En el puesto avanzado de combate Ricketts, en la localidad de Moqur, al noreste de la provincia, la 23 compañía Azor del batallón Toledo de la Brigada de Infantería Ligera Aeorotransportable (Brilat) ha tomado el relevo a la 12 compañía de la Brigada Paracaidista. El cambio de manos de la base resulta evidente. El colorido escudo de la Brigada Paracaidista que adornaba uno de los bloques de hormigón que protegen el recinto ha desaparecido por arte de magia bajo una capa de cemento. "No podíamos dejar ese escudo ahí", comenta irónicamente el nuevo responsable del campamento, el joven capitán Romero. El escudo de la Brilat, un azor, luce ahora en el puesto de mando. Y también el símbolo de la 23 compañía: una pantera.
Agua potable y calefacción
La base Ricketts parece otra bajo el cielo encapotado. También allí hay barro y charcos de agua, a pesar de los esfuerzos del nuevo brigada encargado del campamento, que parece desvivirse por los soldados. "Hemos hecho reservas de agua potable por si los convoyes logísticos no pueden llegar a la base a causa de la nieve", empieza explicando el brigada, que tiene un claro nombre monárquico: Carlos Tercero. "Estamos arreglando los sistemas eléctricos de las tiendas de campaña para asegurarnos que no falle la calefacción. Hemos puesto parches en algunas lonas que estaban rotas para que no haya goteras. Y estamos reparando algunas cañerías de los lavabos para que no haya pérdidas", continúa enumerando.
La actividad frenética de preparación de la base para el invierno empezó hace un par de semanas. En los próximos días se forrarán las tuberías con aislantes térmicos para evitar que se congelen. Y por forrar, incluso se han cubierto con trozos de cartón los bancos de aluminio de la tienda-comedor para que a los militares no se les hiele el trasero cuando se sienten.
"No, ahora no hace mucho frío. Por la noche estaremos a unos tres o cuatro grados bajo cero", dice el brigada Tercero, quitando hierro a unas temperaturas que ya se calan en los huesos aunque el invierno aún no ha empezado oficialmente. A partir de enero las temperaturas en Badghis pueden bajar hasta los 15 o 20 grados bajo cero.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/29/espana/1354204311.html
Las tropas españolas utilizan por primera vez el mortero embarcado en Afganistán
Un disparo del mortero embarcado en unas maniobras. | Ejército de Tierra
• Se lanzó el viernes con éxito dos granadas y el hostigamiento cesó
• En la actualidad, sólo hay uno en el terreno pero pronto llegarán tres más
Mònica Bernabé | Darr-e-bum (Afganistán)
Actualizado domingo 02/12/2012 17:30 horas
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El Batallón Toledo del Regimiento Príncipe nº 3 de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable (Brilat) utilizó el viernes por primera vez en Afganistán el innovador mortero embarcado, que España ha adquirido recientemente y que hasta ahora sólo había disparado en maniobras en territorio nacional.
La Brilat lanzó el viernes dos granadas de motero de 81 milímetros con esta plataforma durante una operación que llevó a cabo en elvalle de Darr-e-bum, al noreste de la provincia de Badghis, donde la insurgencia abrió fuego contra las tropas españolas. "La actuación fue de matrícula de honor. Se dio al objetivo marcado a la primera", aseguró el cabo primero Jesús Santos, de la unidad de morteros. Tras el lanzamiento de las dos granadas de mortero, el hostigamiento cesó de forma casi automática.
El mortero embarcado Cardom de 81 milímetros es "la joya de la corona", en palabras de Santos. Se trata de un mortero que se encuentra encima de un VAMTAC (Vehículo de Alta Movilidad Táctico), circunstancia que le da una gran movilidad.
También se caracteriza por tener mayor alcance, precisión y efectividad que los morteros convencionales asentados. "Mientras que con un mortero convencional puedes necesitar hasta tres minutos para abrir fuego una vez ya tienes el objetivo designado, con el embarcado puedes tardar sólo quince segundos", asegura el cabo primero. "Lleva un ordenador y se trata de introducir las coordenadas. Así de rápido. O incluso yo puedo indicar un lugar en la pantalla y el propio mortero se apunta sólo automáticamente", continúa explicando.
Se prevé que la nueva arma facilitará el repliegue de las tropas españolas en Afganistán, ya que la mayor parte del material de los puestos avanzados de combate de Moqur y Ludina -está previsto que las tropas españolas los abandonen en el 2013- se deberá transportar en convoyes terrestres, que pueden ser atacados por la insurgencia. El mortero embarcado permitirá su defensa.
El nuevo mortero tiene un margen de error en el tiro de unos veinte metros, mucho menor que los morteros convencionales. Permite una cadencia de 12 disparos por minuto, la velocidad máxima que el proyectil adquiere es de 330 metros por segundo, y el alcance de las granadas es de 6.900 metros, según datos de la agencia Europa Press.
Además, es el primero que puede ser embarcado en un vehículo de alta movilidad táctica, ya que los anteriores sólo podían hacerlo en plataformas más pesadas. A pesar de ser vehículos ligeros, el VAMTAC que transporta ese mortero lleva un blindaje antiminas.
En la actualidad, sólo hay un mortero embarcado en Afganistán pero pronto llegarán tres más. Las Fuerzas Armadas han adquirido un total de seis. El pasado verano unos sesenta militares españoles fueron instruidos por asesores israelíes para el uso de esta arma.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/12/02/espana/1354443213.html
Y hablando de FRIO....... lo que paso AYER........
AFGANISTÁN | Con las tropas españolas
Tirando del Ejército afgano
Mònica Bernabé | Moqur (Afganistán)
Actualizado lunes 03/12/2012 16:04 horas
El campamento español Ricketts, en la localidad afgana de Moqur, está "petado de gente", en palabras del capitán de la base, José Alberto Sánchez Romero. La Brigada de Infantería Ligera Aeorotransportable (Brilat) se dispone a llevar a cabo una operación en el peligroso valle de Darr-e-bum, controlado en parte por la insurgencia, y han llegado a la base refuerzos desde Qala-e-now, la capital provincial. Nunca antes había habido tantos efectivos en el campamento. Las tiendas de campaña que normalmente se utilizan como gimnasio se han tenido que habilitar como alojamiento, y parte de los soldados tienen que dormir en el suelo. No hay suficientes camastros para todos.
"Capitán, los americanos no han venido, ¿verdad?", pregunta el comandante Juan Luis Carranza durante una reunión de planeamiento de la operación que una docena de oficiales celebran en una tienda de campaña.
"No, no han venido", confirma el capitán Romero, moviendo la cabeza de un lado para otro.
"Pero se habrán excusado, ¿no?", interroga el teniente coronel José Ramón Pérez, al mando de la operación y frunciendo el ceño.
"Pues no, de momento, no", contesta con la boca pequeña otro oficial, el comandante David Cuesta.
Las tropas españolas tienen previsto intervenir en dos puntos del valle de Darr-e-bum: en el norte, una zona relativamente tranquila, donde distribuirán ayuda humanitaria. Y en el sur, un auténtico santuario de los talibán. Su objetivo es apoyar al Ejército afgano para que sus soldados se adentren en la localidad de Kabulché, totalmente controlada por los talibán. La contribución de los efectivos estadounidenses es importante, pero lo es aún más la del Ejército afgano. La operación durará dos días.
"He hablado con el coronel del batallón afgano y espero que podamos contar con una sección reducida para la operación, pero nada más. No tienen más efectivos. El resto de soldados están distribuidos en diferentes puntos de vigilancia o se encargan de la protección de su propia base", el comandante Carranza, uno de los asesores militares españoles del Ejército afgano, declara chafando los planes que las tropas españolas habían realizado. Esperaban disponer de al menos una compañía afgana. O sea, un centenar de hombres, y no sólo con un par de decenas de soldados.
"Y el teniente de Darr-e-bum cuyos soldados tienen que participar en la operación no sabe ni que la vamos a hacer", añade Carranza planteando un panorama que no pinta nada bien. "Es que esta gente no tiene ni internet ni nada. Ni tampoco hemos conseguido contactar con él por teléfono móvil", se justifica. "Al menos tenemos la orden por escrito de su coronel".
"¿Pero tenemos asegurada una sección disminuida para ir al sur de Darr-e-bum?", le corta el teniente coronel Pérez con tono enfadado.
"Voy a intentar conseguir una sección ampliada", responde Carranza resolutivo. "De acuerdo, pues entonces empezamos la operación a las siete de la mañana", propone el teniente coronel.
"El Ejército afgano me ha dicho que a las ocho, que antes no podían", corrige el comandante Carranza, volviendo a tirar por tierra lo que los españoles habían preparado. "Es que ellos tienen que ir a los puestos de vigilancia y desplegarse por la ruta, y eso les lleva tiempo", añade, intentando salvar la cara de los afganos.
El teniente coronel Pérez cede porque no le queda más remedio, pero se niega a dar su brazo a torcer de nuevo cuando Carranza le plantea que el Ejército afgano quiere que los zapadores españoles, y no ellos, vayan abriendo camino.
"Creo que hay suficientes argumentos para convencerles de que ellos deben ir primero", declara el teniente coronel. En teoría ya se ha iniciado el proceso de transición en que las fuerzas de seguridad afganas deben liderar las operaciones, y no ir a remolque de las tropas internacionales como han hecho hasta ahora.
"Juan Luis, díselo como quieras, pero déjales bien claro que el propósito de la operación es que el Ejército afgano vaya a Kabulché", dice Pérez, ya un poco exaltado y llamando al comandante Carranza directamente por su nombre de pila, y no por su rango. "Tendrán nuestro apoyo. Dispondremos de helicópteros Apache y del mortero embarcado. Pero a Kabulché tienen que ir ellos y no quiero que haya ni un solo tiro dentro de pueblo. Por encima de todo hay que evitar las bajas civiles", declara con tono fuerte y alto.
Tras esa reunión de planeamiento, se realizaron otras. A las doce de la noche el capitán Romero aún andaba dando vueltas en el puesto de mando con los últimos flecos. La operación no empezaría a las siete de la mañana, sino a las ocho. Las tropas estadounidenses no irían. Finalmente disculparon su ausencia por problemas técnicos. Y era una incógnita saber cuántos efectivos afganos participarían, y si lo harían. Pero eso sí, las tropas españolas estaban preparadas.
Mi respeto y admiración por nuestros hombres.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/12/0 ... 89198.html
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En el caos afgano
Un afgano es cacheado en la entrada de la base militar española en Qala-e-now. | Mònica Bernabé
Mònica Bernabé | Qala-e-now (Afganistán)
Actualizado jueves 29/11/2012 18:34 horas
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"Todo este material es americano", dice el teniente de la guardia civil Elices en el interior de un contenedor de paredes blancas y luz de tubos fluorescentes que le dan un aspecto pálido, y mostrando con cierta satisfacción un ordenador portátil militar con las siglas BAT y el dibujo de un murciélago que recuerdan al mítico superhéroe norteamericano. Sin embargo, BAT no significa aquí Batman sino "herramienta automática biométrica", un sistema que las tropas estadounidenses utilizan en Afganistán para identificar a supuestos insurgentes.
"Estamos en el país que estamos, y si alguien no tiene documento de identidad, se lo pide a un amigo y asunto solucionado", comenta el teniente, dejando claro que lo que en cualquier país occidental se podría considerar un sistema de identificación normal, en Afganistán simplemente no funciona. Sólo algunos afganos tienen carnet de identidad. El registro de los nacimientos no es obligatorio, ni tampoco el de los matrimonios. Por no haber, no hay ni un censo electoral a pesar de que ya se han celebrado cuatro citas con las urnas. Saber quién es quién en Afganistán es casi como buscar una aguja en un pajar.
"Depende del día, pero podemos identificar desde diez hasta más de cuarenta personas en una sola jornada", declara el sargento primero Montero, también guardia civil y también destinado durante horas cada día en ese contenedor de paredes blancas situado en la entrada de labase militar de Ruy González de Clavijo, que las tropas españolas tienen en Qala-e-now, la capital de la provincia de Badghis, en el noroeste de Afganistán. Allí se alojan casi un millar de militares. Intentar identificar quién entra y quién sale de la base es vital. Y no sólo eso. Los guardias civiles también se encargan de controlar quién embarca en cualquier vuelo militar español que despega desde esa localidad. En todos los casos, el procedimiento es siempre el mismo: hacen una fotografía a cada individuo, le escanean el iris de los ojos, y le toman las huellas dactilares de los diez dedos de las manos.
"El sistema ya te avisa si esa persona supone un riesgo o no, y te indica qué hacer. Por ejemplo, te dice si debes impedirle el acceso a la base o directamente detenerlo", explica el sargento primero Montero mientras hace una demostración con el equipo informático estadounidense que pone un cierto orden al caos afgano: conecta con una base de datos que contiene miles y miles de perfiles de supuestos insurgentes tras años de recogida de fotos, iris y huellas dactilares, y a la que tiene acceso la mayoría de países que constituyen la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF).
Retirada
Con la retirada de las tropas extranjeras, la mayoría de esas máquinas también se irán. El Gobierno afgano no tiene acceso a la base de datos, y desde hace meses habla de su intención de implantar un carné de identidad electrónico, pero sin que se haya dado ningún paso firme en ese sentido de momento.
Durante los próximos días acompañaré al nuevo contingente español que se acaba de desplegar en los puestos avanzados de combate de Moqury Ludina, en la provincia de Badghis, y que está formado en su mayoría por efectivos de la Brigada de Infantería Ligera Aeorotransportable(Brilat), procedente de Pontevedra, Asturias y Valladolid. La Brilat toma el relevo a la Brigada Paracaidista para precisamente encargarse del inicio de la retirada. Será el primer contingente que estará seis meses consecutivos en Afganistán y ha tenido un estreno un poco accidentado. Un teniente español resultó herido el pasado 10 de noviembre por disparos de un supuesto soldado del Ejército afgano.
Cada día decenas de afganos entran en la base militar española de Qala-e-now para trabajar. Los ataques de soldados y policías de las propias fuerzas de seguridad afganas se han convertido en una de las principales amenazas de las tropas internacionales en Afganistán. Más de cincuenta soldados extranjeros han muerto de esa forma este año. El enemigo puede entrar así: tranquilamente por la puerta.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/28/espana/1354126938.html
Nota:
Interesantes ARTICULOS y muchos españoles se preguntan, cito:
¿ QUE COÑO HACEMOS EN AFGANISTAN ?...............
***************************************
Otros ARTICULOS de la misma PERIODISTA ESPAÑOLA y ojo es EL MUNDO de.....ESPAÑA.....
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/29/espana/1354204311.html
Guerra al frío
Carretera de salida de la localidad de Qala-e-now, vista desde un blindado español esta semana. | Mònica Bernabé
• El paisaje de la provincia de Badghis resulta casi apocalíptico en invierno
• Los militares españoles se preparan para afrontar hasta -20ºC
Mònica Bernabé | Moqur (Afganistán)
Actualizado lunes 03/12/2012 16:29 horas
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Comentarios 17
"Mi sargento, voy a subir a limpiar la cámara, que no veo nada", dice un soldado español encaramándose por segunda vez a la parte superior del blindado militar para quitar los goterones de lluvia que cubren el objetivo de la cámara que corona el RG-31 y a través de la cual el tirador vigila los alrededores y apunta al blanco. Ha llovido como si fuera casi el diluvio universal, y la provincia de Badghis, donde el grueso de las tropas españolas están destinadas en el noroeste de Afganistán, parece más pobre y mísera, si cabe, de lo que ya lo es el resto del año.
Los caminos que eran de tierra y polvo en verano, ahora son auténticos barrizales con enormes balsas de agua. Y las casas de adobe que conforman las aldeas parecen que se mantengan en pie de puro milagro. Pedazos de plástico anclados con piedras cubren los tejados. Es la forma que la población local tiene de intentar evitar su colapso durante el invierno.
A través de los cristales empañados del blindado militar, el paisaje resulta casi apocalíptico: hombres que caminan encogidos envueltos en una especie de manta bajo una llovizna que se cala en los huesos, y niños que corretean en chancletas a pesar del barro y el intenso frío. Algunos tiran piedras a los blindados españoles. Otros, sonrientes, les dicen adiós con la mano.
En el puesto avanzado de combate Ricketts, en la localidad de Moqur, al noreste de la provincia, la 23 compañía Azor del batallón Toledo de la Brigada de Infantería Ligera Aeorotransportable (Brilat) ha tomado el relevo a la 12 compañía de la Brigada Paracaidista. El cambio de manos de la base resulta evidente. El colorido escudo de la Brigada Paracaidista que adornaba uno de los bloques de hormigón que protegen el recinto ha desaparecido por arte de magia bajo una capa de cemento. "No podíamos dejar ese escudo ahí", comenta irónicamente el nuevo responsable del campamento, el joven capitán Romero. El escudo de la Brilat, un azor, luce ahora en el puesto de mando. Y también el símbolo de la 23 compañía: una pantera.
Agua potable y calefacción
La base Ricketts parece otra bajo el cielo encapotado. También allí hay barro y charcos de agua, a pesar de los esfuerzos del nuevo brigada encargado del campamento, que parece desvivirse por los soldados. "Hemos hecho reservas de agua potable por si los convoyes logísticos no pueden llegar a la base a causa de la nieve", empieza explicando el brigada, que tiene un claro nombre monárquico: Carlos Tercero. "Estamos arreglando los sistemas eléctricos de las tiendas de campaña para asegurarnos que no falle la calefacción. Hemos puesto parches en algunas lonas que estaban rotas para que no haya goteras. Y estamos reparando algunas cañerías de los lavabos para que no haya pérdidas", continúa enumerando.
La actividad frenética de preparación de la base para el invierno empezó hace un par de semanas. En los próximos días se forrarán las tuberías con aislantes térmicos para evitar que se congelen. Y por forrar, incluso se han cubierto con trozos de cartón los bancos de aluminio de la tienda-comedor para que a los militares no se les hiele el trasero cuando se sienten.
"No, ahora no hace mucho frío. Por la noche estaremos a unos tres o cuatro grados bajo cero", dice el brigada Tercero, quitando hierro a unas temperaturas que ya se calan en los huesos aunque el invierno aún no ha empezado oficialmente. A partir de enero las temperaturas en Badghis pueden bajar hasta los 15 o 20 grados bajo cero.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/29/espana/1354204311.html
Las tropas españolas utilizan por primera vez el mortero embarcado en Afganistán
Un disparo del mortero embarcado en unas maniobras. | Ejército de Tierra
• Se lanzó el viernes con éxito dos granadas y el hostigamiento cesó
• En la actualidad, sólo hay uno en el terreno pero pronto llegarán tres más
Mònica Bernabé | Darr-e-bum (Afganistán)
Actualizado domingo 02/12/2012 17:30 horas
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El Batallón Toledo del Regimiento Príncipe nº 3 de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable (Brilat) utilizó el viernes por primera vez en Afganistán el innovador mortero embarcado, que España ha adquirido recientemente y que hasta ahora sólo había disparado en maniobras en territorio nacional.
La Brilat lanzó el viernes dos granadas de motero de 81 milímetros con esta plataforma durante una operación que llevó a cabo en elvalle de Darr-e-bum, al noreste de la provincia de Badghis, donde la insurgencia abrió fuego contra las tropas españolas. "La actuación fue de matrícula de honor. Se dio al objetivo marcado a la primera", aseguró el cabo primero Jesús Santos, de la unidad de morteros. Tras el lanzamiento de las dos granadas de mortero, el hostigamiento cesó de forma casi automática.
El mortero embarcado Cardom de 81 milímetros es "la joya de la corona", en palabras de Santos. Se trata de un mortero que se encuentra encima de un VAMTAC (Vehículo de Alta Movilidad Táctico), circunstancia que le da una gran movilidad.
También se caracteriza por tener mayor alcance, precisión y efectividad que los morteros convencionales asentados. "Mientras que con un mortero convencional puedes necesitar hasta tres minutos para abrir fuego una vez ya tienes el objetivo designado, con el embarcado puedes tardar sólo quince segundos", asegura el cabo primero. "Lleva un ordenador y se trata de introducir las coordenadas. Así de rápido. O incluso yo puedo indicar un lugar en la pantalla y el propio mortero se apunta sólo automáticamente", continúa explicando.
Se prevé que la nueva arma facilitará el repliegue de las tropas españolas en Afganistán, ya que la mayor parte del material de los puestos avanzados de combate de Moqur y Ludina -está previsto que las tropas españolas los abandonen en el 2013- se deberá transportar en convoyes terrestres, que pueden ser atacados por la insurgencia. El mortero embarcado permitirá su defensa.
El nuevo mortero tiene un margen de error en el tiro de unos veinte metros, mucho menor que los morteros convencionales. Permite una cadencia de 12 disparos por minuto, la velocidad máxima que el proyectil adquiere es de 330 metros por segundo, y el alcance de las granadas es de 6.900 metros, según datos de la agencia Europa Press.
Además, es el primero que puede ser embarcado en un vehículo de alta movilidad táctica, ya que los anteriores sólo podían hacerlo en plataformas más pesadas. A pesar de ser vehículos ligeros, el VAMTAC que transporta ese mortero lleva un blindaje antiminas.
En la actualidad, sólo hay un mortero embarcado en Afganistán pero pronto llegarán tres más. Las Fuerzas Armadas han adquirido un total de seis. El pasado verano unos sesenta militares españoles fueron instruidos por asesores israelíes para el uso de esta arma.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/12/02/espana/1354443213.html
Y hablando de FRIO....... lo que paso AYER........
horaes- Sargento Mayor de Segunda
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Re: Afganistan
La Otan vulnerable: Talibanes atacaron aeropuerto e ingresaron a una Base
Por: InSURgente.org | Domingo, 02/12/2012 08:16 PM | Versión para imprimir
NO EXISTEN OBSTÁCULOS PARA LOS TALIBANES: ESTABAN VESTIDOS DE SOLDADOS AFGANOS.....
Credito: Agencias
02/12/12.-Tras un tiroteo, que duró dos horas, fueron encontrados al menos doce cadáveres de los atacantes
Una serie de ataques del movimiento talibán sacudió las afueras de la ciudad afgana de Jalalabad. Los insurgentes asaltaron el aeropuerto y la base militar de la OTAN, en la que aseguran haber penetrado.
Después de varias explosiones producidas frente a la puerta de entrada al complejo militar de EE.UU. y un tiroteo, que duró dos horas, fueron encontrados al menos doce cadáveres de los atacantes. Según informan las fuentes de la agencia Reuters, todos estaban vestidos con uniformes de la Policía o el Ejército de Afganistán, aunque todavía no se ha podido confirmar si pertenecían a las fuerzas de orden público afganas o se habían camuflado para desorientar a los soldados estadounidenses.
El portavoz del Ministerio de Defensa afgano, general Mohammad Zahir Azimi, citado por la agencia AP, aseguró que “ninguno de los atacantes tuvo éxito en abrir una brecha en el perímetro”. Pero las fuentes talibanes insisten en lo contrario.
Un representante del movimiento, el ‘muyahidín Zabihullah’, ha enviado un mensaje de texto a varios medios de información donde confirma que un grupo de insurgentes por primera vez logró penetrar en una instalación militar estadounidense. Precisa que el grupo detonó un coche bomba antes de proceder al asalto. El ataque, dice, causó “importantes bajas entre el enemigo”.
A su vez, los portavoces del Ejército de EE.UU. y la misión de la Alianza indican que algunos heridos en los enfrentamientos han sido ingresados en un hospital, pero se desconoce si los combates han causado muertos entre sus efectivos. Las fuentes oficiales afganas han declarado la pérdida de uno de sus uniformados en el combate.
http://www.aporrea.org/internacionales/n219224.html
***********************************
Afganistán Ataque Talibán a base de EE.UU. en Jalalabad
Bombarderos suicidas del Taliban han atacado un conjunto estadounidense-afgano base aérea en el este de Afganistán.
BBC-Mundo
Funcionarios afganos de inteligencia le dijo a la BBC ocho atacantes suicidas estuvieron involucrados en el asalto a la base en Jalalabad, y todos habían sido asesinados.
Un portavoz de la OTAN dijo que un miembro del afgano las fuerzas de seguridad fue asesinado durante el ataque.
Orla de la BBC Guerin en Kabul dijo que el ataque parecía "coordinada y compleja".
El portavoz de la OTAN dijo que el asalto fue un fracaso porque los talibanes no penetró la base.
Pero nuestro corresponsal dice que el hecho de que el militantes lograron llegar al perímetro planteará preguntas, ya que hay puestos de control en las rutas de aproximación.
Agregó que esta no es la primera vez que los talibanes se ha dirigido a la base aérea, que es utilizado por las fuerzas estadounidenses y de la OTAN. En febrero mató a nueve personas en un ataque similar.
OTAN se va entregando seguridad a las fuerzas afganas antes de la salida de las tropas de combate en la mayoría de los 2014.
Contador alega Los funcionarios afganos dijeron que los primeros cuatro atacantes llegaron en automóviles cargados de explosivos y tenían dirigido diversas entradas al campo de aviación, otros que habían seguido a pie luchó guardias de seguridad.
La fuerza de las explosiones se informa que han volado por las ventanas de un kilómetro de distancia.
Residentes locales dijeron que los helicópteros habían disparado contra los insurgentes, pero la lucha - que duró unos 20 minutos -. entonces parece haberse detenido
Además de los miembros de las fuerzas de seguridad afganas que fue asesinado, un spokseman la OTAN dijo que varios soldados afganos y de la OTAN resultaron heridos.
El Talibán afirmó que había llevado a cabo el ataque y dijo que el asalto fue puso en marcha en torno a las 06:00 (01:30 GMT) del domingo.
Un portavoz talibán dijo que un coche bomba fue detonado en la entrada de la base, antes de que un segundo grupo de atacantes, vestidos con uniformes OTAN, fueron enviados pulg
fuerzas de la OTAN respondió entonces con helicópteros y dos funcionarios de la OTAN y afganas dijeron que los atacantes no habían conseguido entrar en la propia base.
******* La policía local indicó que los cuerpos de la policía afgana y uniformes militares fueron esparcidos alrededor de la entrada a la base, pero No está claro si los atacantes eran talibanes disfrazados.
Insurgentes talibanes han estado luchando contra las tropas de la OTAN y afganas durante 11 años y aún controlan partes del este y el sur.
OTAN - que actualmente cuenta con unos 130.000 soldados en Afganistán - se debe a retirar las fuerzas de combate en Afganistán a finales de 2014, con el entrenamiento de tropas sólo
quedan.
Desde BBC.com
***********************************
Y unas fotitos, cortesía de Military Photos y el forista:
Noten los rasgos del primero de izquierda a derecha.....¿ turcomano ?
Ojo, son Fuerzas de Seguridad Afganas....no son Insurgentes...( se supone....)
Noten lo variopinto de los uniformes de las Fuerzas de Seguridad del Anillo Externo de la Base Aerea de Jalalabad:
Carajo pareciera que a las Tropas Gubernamentales Afganas las VISTEN y ABRIGAN ( ES INVIERNO ) con lo que SOBRA en los Almacenes del US Army y los MARINES..
Lueguito seguimos....
En las mayusculas......RECALCO.....
Por: InSURgente.org | Domingo, 02/12/2012 08:16 PM | Versión para imprimir
NO EXISTEN OBSTÁCULOS PARA LOS TALIBANES: ESTABAN VESTIDOS DE SOLDADOS AFGANOS.....
Credito: Agencias
02/12/12.-Tras un tiroteo, que duró dos horas, fueron encontrados al menos doce cadáveres de los atacantes
Una serie de ataques del movimiento talibán sacudió las afueras de la ciudad afgana de Jalalabad. Los insurgentes asaltaron el aeropuerto y la base militar de la OTAN, en la que aseguran haber penetrado.
Después de varias explosiones producidas frente a la puerta de entrada al complejo militar de EE.UU. y un tiroteo, que duró dos horas, fueron encontrados al menos doce cadáveres de los atacantes. Según informan las fuentes de la agencia Reuters, todos estaban vestidos con uniformes de la Policía o el Ejército de Afganistán, aunque todavía no se ha podido confirmar si pertenecían a las fuerzas de orden público afganas o se habían camuflado para desorientar a los soldados estadounidenses.
El portavoz del Ministerio de Defensa afgano, general Mohammad Zahir Azimi, citado por la agencia AP, aseguró que “ninguno de los atacantes tuvo éxito en abrir una brecha en el perímetro”. Pero las fuentes talibanes insisten en lo contrario.
Un representante del movimiento, el ‘muyahidín Zabihullah’, ha enviado un mensaje de texto a varios medios de información donde confirma que un grupo de insurgentes por primera vez logró penetrar en una instalación militar estadounidense. Precisa que el grupo detonó un coche bomba antes de proceder al asalto. El ataque, dice, causó “importantes bajas entre el enemigo”.
A su vez, los portavoces del Ejército de EE.UU. y la misión de la Alianza indican que algunos heridos en los enfrentamientos han sido ingresados en un hospital, pero se desconoce si los combates han causado muertos entre sus efectivos. Las fuentes oficiales afganas han declarado la pérdida de uno de sus uniformados en el combate.
http://www.aporrea.org/internacionales/n219224.html
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Afganistán Ataque Talibán a base de EE.UU. en Jalalabad
Bombarderos suicidas del Taliban han atacado un conjunto estadounidense-afgano base aérea en el este de Afganistán.
BBC-Mundo
Funcionarios afganos de inteligencia le dijo a la BBC ocho atacantes suicidas estuvieron involucrados en el asalto a la base en Jalalabad, y todos habían sido asesinados.
Un portavoz de la OTAN dijo que un miembro del afgano las fuerzas de seguridad fue asesinado durante el ataque.
Orla de la BBC Guerin en Kabul dijo que el ataque parecía "coordinada y compleja".
El portavoz de la OTAN dijo que el asalto fue un fracaso porque los talibanes no penetró la base.
Pero nuestro corresponsal dice que el hecho de que el militantes lograron llegar al perímetro planteará preguntas, ya que hay puestos de control en las rutas de aproximación.
Agregó que esta no es la primera vez que los talibanes se ha dirigido a la base aérea, que es utilizado por las fuerzas estadounidenses y de la OTAN. En febrero mató a nueve personas en un ataque similar.
OTAN se va entregando seguridad a las fuerzas afganas antes de la salida de las tropas de combate en la mayoría de los 2014.
Contador alega Los funcionarios afganos dijeron que los primeros cuatro atacantes llegaron en automóviles cargados de explosivos y tenían dirigido diversas entradas al campo de aviación, otros que habían seguido a pie luchó guardias de seguridad.
La fuerza de las explosiones se informa que han volado por las ventanas de un kilómetro de distancia.
Residentes locales dijeron que los helicópteros habían disparado contra los insurgentes, pero la lucha - que duró unos 20 minutos -. entonces parece haberse detenido
Además de los miembros de las fuerzas de seguridad afganas que fue asesinado, un spokseman la OTAN dijo que varios soldados afganos y de la OTAN resultaron heridos.
El Talibán afirmó que había llevado a cabo el ataque y dijo que el asalto fue puso en marcha en torno a las 06:00 (01:30 GMT) del domingo.
Un portavoz talibán dijo que un coche bomba fue detonado en la entrada de la base, antes de que un segundo grupo de atacantes, vestidos con uniformes OTAN, fueron enviados pulg
fuerzas de la OTAN respondió entonces con helicópteros y dos funcionarios de la OTAN y afganas dijeron que los atacantes no habían conseguido entrar en la propia base.
******* La policía local indicó que los cuerpos de la policía afgana y uniformes militares fueron esparcidos alrededor de la entrada a la base, pero No está claro si los atacantes eran talibanes disfrazados.
Insurgentes talibanes han estado luchando contra las tropas de la OTAN y afganas durante 11 años y aún controlan partes del este y el sur.
OTAN - que actualmente cuenta con unos 130.000 soldados en Afganistán - se debe a retirar las fuerzas de combate en Afganistán a finales de 2014, con el entrenamiento de tropas sólo
quedan.
Desde BBC.com
***********************************
Y unas fotitos, cortesía de Military Photos y el forista:
Noten los rasgos del primero de izquierda a derecha.....¿ turcomano ?
Ojo, son Fuerzas de Seguridad Afganas....no son Insurgentes...( se supone....)
Noten lo variopinto de los uniformes de las Fuerzas de Seguridad del Anillo Externo de la Base Aerea de Jalalabad:
Carajo pareciera que a las Tropas Gubernamentales Afganas las VISTEN y ABRIGAN ( ES INVIERNO ) con lo que SOBRA en los Almacenes del US Army y los MARINES..
Lueguito seguimos....
En las mayusculas......RECALCO.....
horaes- Sargento Mayor de Segunda
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Re: Afganistan
El Batallón Toledo del Regimiento Príncipe nº 3 de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable (Brilat) utilizó el viernes por primera vez en Afganistán el innovador mortero embarcado, que España ha adquirido recientemente y que hasta ahora sólo había disparado en maniobras en territorio nacional.
Esto de morteros embarcados nosotros lo usamos desde hace raaaato. O al menos, yo vi un video de un blindado nuestro (dragon?) con un mortero y disparando.
Los gringos tambien lo usaron en Vietnam, en los... carajo se me van los nombres hoy de la memoria jejejeje.
No se que tiene de innovador.
Cevarez- Sargento Ayudante
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Re: Afganistan
Que es......GALLEGO.......digo.......ESPAÑOL.....
En la mayuscula.......
horaes- Sargento Mayor de Segunda
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Re: Afganistan
Tras el fracaso del C-27A en Afganistán, Airbus Military ofrece sus aviones para la Fuerza Aérea afgana.
Avión de transporte táctico ligero C295
Airbus Military mantiene conversaciones para suminstrar aviones de transporte de personal al Ejército Nacional afgano tras la decisión del Pentágono de no renovar el contrato para equipar a la Fuerza Aérea afgana con 20 aviones C-27A (G222) construidos por Finmeccanica Spa. Las conversaciones implican el suministro de aviones CN235 y C295, según afirmó en una entrevista el consejero delegado de Airbus Military, Domingo Ureña-Raso, que indicó que la división Airbus SAS tiene como objetivo alcanzar 30 nuevos pedidos.
Estas discusiones provienen de la declaración del Pentágono, a finales de diciembre de 2012, de no renovar el contrato con Alenia Aermacchi,del grupo Finmeccanica, para el suministro de 20 aviones de transporte G222 para la Fuerza Aérea afgana, citando problemas de fiabilidad y de que el contratista principal, Alenia North America, no satisfacía los requisitos del contrato, que finaliza en marzo 2013. En septiembre de 2008, para proporcionar medios de transporte aéreo al entonces Cuerpo de Aviación del Ejército afgano, que contaba con 4 aviones AN-32 rusos, en muy mal estado, se contrató con Alenia para proporcionar 18 aviones G222 (C-27A) revisados por un valor de 287 millones de dólares. En septiembe 2010 se adquirieron otros dos aviones. Estos aviones habían sido construidos entre 1977 y 1985, suministrados a la Fueza Aérea italiana y vueltos a comprar por Alena, para su venta a terceros, cuando Italia adquirió la nueva versión del avión, el C-27J Spartan.
Debido a que los aviones tenían diferentes configuraciones, en el contrato se exigió que todos tendrían la misma configuración, incluyendo un nuevo autopiloto y protección balística. Desde un comienzo, la falta de equipos, de piezas de repuesto y de documentación técnica había dificultado el cumplimiento del contrato, habiendo permanecido en tierra la flota durante varios meses en 2012, y sólo cuatro aviones, de los 16 entregados hasta finales de 2012, podía volar, presentando problemas de fugas de líquidos, fallos del motor y problemas del tren de aterrizaje. Los aviones irán al desguace, tras haberse gastado 596 millones de dólares en el programa. Sin embargo, los problemas con los aviones italianos, según Strategy Page, podrían deberse a que los italianos no querían pagar tantos sobornos como los mandos afganos estaban exigiendo, por lo que no había bastante dinero para las piezas de repuesto ni para las herramientas necesarias para mantener los C27A en vuelo, si bien el error básico de la adquisición se debe a que los aviones se compraron sin piezas de repuesto, que tardaban semanas o meses en ser entregadas.
El mercado de los aviones de transporte táctico ligeros está dominado por Airbus Military, con sus aviones C295 y CN235, y Alenia con el C-27 J Spartan, que ha sustituido al G222. En 2012, Airbus obtuvo el 75% de los pedidos de aviones de transporte ligero, según Ureña-Raso, con 28 C295 y 4 CN235. En Airbus Military, las ventas de aviones de transporte más pequeños dominará también los pedidos en 2013, aunque Airbus Military está redoblando los esfuerzos para la venta del A400M Atlas, el avión europeo de transporte táctico mas grande. "Estamos en la fase de cambio de la fase de desarrollo a la de producción del A400M," afirmó Ureña-Raso. Airbus Military tiene previsto entregar cuatro A400M, tres a Francia y uno a Turquía y sus planes son producir 10 aviones en 2014 y 21 en 2015. El primero de los aviones A400M se entregará a Francia en el segundo trimestre de 2013.
Fuente: http://www.revistatenea.es/
Avión de transporte táctico ligero C295
Airbus Military mantiene conversaciones para suminstrar aviones de transporte de personal al Ejército Nacional afgano tras la decisión del Pentágono de no renovar el contrato para equipar a la Fuerza Aérea afgana con 20 aviones C-27A (G222) construidos por Finmeccanica Spa. Las conversaciones implican el suministro de aviones CN235 y C295, según afirmó en una entrevista el consejero delegado de Airbus Military, Domingo Ureña-Raso, que indicó que la división Airbus SAS tiene como objetivo alcanzar 30 nuevos pedidos.
Estas discusiones provienen de la declaración del Pentágono, a finales de diciembre de 2012, de no renovar el contrato con Alenia Aermacchi,del grupo Finmeccanica, para el suministro de 20 aviones de transporte G222 para la Fuerza Aérea afgana, citando problemas de fiabilidad y de que el contratista principal, Alenia North America, no satisfacía los requisitos del contrato, que finaliza en marzo 2013. En septiembre de 2008, para proporcionar medios de transporte aéreo al entonces Cuerpo de Aviación del Ejército afgano, que contaba con 4 aviones AN-32 rusos, en muy mal estado, se contrató con Alenia para proporcionar 18 aviones G222 (C-27A) revisados por un valor de 287 millones de dólares. En septiembe 2010 se adquirieron otros dos aviones. Estos aviones habían sido construidos entre 1977 y 1985, suministrados a la Fueza Aérea italiana y vueltos a comprar por Alena, para su venta a terceros, cuando Italia adquirió la nueva versión del avión, el C-27J Spartan.
Debido a que los aviones tenían diferentes configuraciones, en el contrato se exigió que todos tendrían la misma configuración, incluyendo un nuevo autopiloto y protección balística. Desde un comienzo, la falta de equipos, de piezas de repuesto y de documentación técnica había dificultado el cumplimiento del contrato, habiendo permanecido en tierra la flota durante varios meses en 2012, y sólo cuatro aviones, de los 16 entregados hasta finales de 2012, podía volar, presentando problemas de fugas de líquidos, fallos del motor y problemas del tren de aterrizaje. Los aviones irán al desguace, tras haberse gastado 596 millones de dólares en el programa. Sin embargo, los problemas con los aviones italianos, según Strategy Page, podrían deberse a que los italianos no querían pagar tantos sobornos como los mandos afganos estaban exigiendo, por lo que no había bastante dinero para las piezas de repuesto ni para las herramientas necesarias para mantener los C27A en vuelo, si bien el error básico de la adquisición se debe a que los aviones se compraron sin piezas de repuesto, que tardaban semanas o meses en ser entregadas.
El mercado de los aviones de transporte táctico ligeros está dominado por Airbus Military, con sus aviones C295 y CN235, y Alenia con el C-27 J Spartan, que ha sustituido al G222. En 2012, Airbus obtuvo el 75% de los pedidos de aviones de transporte ligero, según Ureña-Raso, con 28 C295 y 4 CN235. En Airbus Military, las ventas de aviones de transporte más pequeños dominará también los pedidos en 2013, aunque Airbus Military está redoblando los esfuerzos para la venta del A400M Atlas, el avión europeo de transporte táctico mas grande. "Estamos en la fase de cambio de la fase de desarrollo a la de producción del A400M," afirmó Ureña-Raso. Airbus Military tiene previsto entregar cuatro A400M, tres a Francia y uno a Turquía y sus planes son producir 10 aviones en 2014 y 21 en 2015. El primero de los aviones A400M se entregará a Francia en el segundo trimestre de 2013.
Fuente: http://www.revistatenea.es/
HUNTER VZLA- Teniente
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Re: Afganistan
Los morteros embarcados demuestran de nuevo su eficacia en Afganistán.
Los morteros sobre vehículos adquiridos por el Ejército español a la empresa Soltam han vuelto a demostrar su eficacia en Afganistán durante una operación de las Fuerzas Nacionales de Seguridad afganas (ANSF) contra la insurgencia en la que han participado dos compañías españolas. En un comunicado en el que se explica la operación -desarrollada en el valle de Garmak-, el Ministerio de Defensa destaca la “utilización con éxito” de estos morteros, que han sido desplegados recientemente en el país asiático para apoyar el repliegue del contingente español. La llamada operación “Bold” tenía como objetivo seguir presionando sobre la insurgencia para anular su capacidad de amenaza a los núcleos de población en la provincia de Badghis, además de contribuir a mantener la actual situación de seguridad que permita el repliegue de las bases avanzadas de combate (COP) que todavía mantiene España en Afganistán. Tras dos días de combates en el valle de Garmak, en la ruta Lithium, se dio por concluida la operación con un balance de tres insurgentes muertos, uno herido, un prisionero y diverso material inutilizado.
“Independientemente de que desde el punto de vista español la operación haya sido un éxito, es aún más importante que también las fuerzas afganas lo han considerado así”, señalan desde Defensa. “La evidencia de su creciente liderazgo en las operaciones, que les llevará a ser autónomos en breve plazo, pasa por la necesidad de conseguir estos éxitos parciales”, añaden. La integración de sus planes de fuego con las acciones de los helicópteros de ataque, la coordinación de movimientos por tierra, la sintonía entre los puestos de mando de distinto nivel y el flujo de información han producido una lógica satisfacción en los jefes de la 3ª Brigada del Ejército afgano y de sus asesores españoles, puesto que ello indica que se están obteniendo los resultados esperados de mentorización del Ejército Nacional Afgano (ANA), que es el objetivo fundamental de la misión de las tropas españolas en Afganistán.
Fuente: http://www.infodefensa.com/
Los morteros sobre vehículos adquiridos por el Ejército español a la empresa Soltam han vuelto a demostrar su eficacia en Afganistán durante una operación de las Fuerzas Nacionales de Seguridad afganas (ANSF) contra la insurgencia en la que han participado dos compañías españolas. En un comunicado en el que se explica la operación -desarrollada en el valle de Garmak-, el Ministerio de Defensa destaca la “utilización con éxito” de estos morteros, que han sido desplegados recientemente en el país asiático para apoyar el repliegue del contingente español. La llamada operación “Bold” tenía como objetivo seguir presionando sobre la insurgencia para anular su capacidad de amenaza a los núcleos de población en la provincia de Badghis, además de contribuir a mantener la actual situación de seguridad que permita el repliegue de las bases avanzadas de combate (COP) que todavía mantiene España en Afganistán. Tras dos días de combates en el valle de Garmak, en la ruta Lithium, se dio por concluida la operación con un balance de tres insurgentes muertos, uno herido, un prisionero y diverso material inutilizado.
“Independientemente de que desde el punto de vista español la operación haya sido un éxito, es aún más importante que también las fuerzas afganas lo han considerado así”, señalan desde Defensa. “La evidencia de su creciente liderazgo en las operaciones, que les llevará a ser autónomos en breve plazo, pasa por la necesidad de conseguir estos éxitos parciales”, añaden. La integración de sus planes de fuego con las acciones de los helicópteros de ataque, la coordinación de movimientos por tierra, la sintonía entre los puestos de mando de distinto nivel y el flujo de información han producido una lógica satisfacción en los jefes de la 3ª Brigada del Ejército afgano y de sus asesores españoles, puesto que ello indica que se están obteniendo los resultados esperados de mentorización del Ejército Nacional Afgano (ANA), que es el objetivo fundamental de la misión de las tropas españolas en Afganistán.
Fuente: http://www.infodefensa.com/
HUNTER VZLA- Teniente
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Localización : Venezuela
Re: Afganistan
Fuerza Aérea de Afganistán hace un llamamiento urgente para los nuevos aviones.
La Fuerza Aérea en Afganistán se limita a un avión de transporte y algunos helicópteros Mi-17 y aviones An-26.
Un joven de la Fuerza Aérea de Afganistán se parece más a una bicicleta de una máquina de combate moderno, dijo su comandante, pidiendo aviones avanzados para combatir a los talibanes mientras las fuerzas de la OTAN lideradas por los EE.UU. se preparan para retirarse. El poderío aéreo es crucial para un país escabroso, donde una deficiente red vial es a menudo minada por los insurgentes y el gobierno afgano está presionando para que los EE.UU. para aumentar su capacidad aérea antes de que los militares de EE.UU. sale el próximo año. "Nos enfrentaremos a retos enormes y complicados si los estadounidenses no proporcionan estos aviones", dijo el mayor general Abdul Wahab Wardak dijo a la AFP, enumerando una serie de aviones de ataque y de transporte que Afganistán necesita.
En Washington, el martes, el presidente Barack Obama anunció que 34.000 soldados estadounidenses abandonarán el país a finales de 2013, con la mitad restante de salir del país hasta finales de 2014, llevándose con ellos su potencia de fuego muy anteriormente. Durante los últimos 11 años, una vasta flota de aviones de combate, helicópteros de ataque, aviones no tripulados y aviones de transporte de la OTAN han apoyado a las tropas de tierra en operaciones contra los talibanes. Aviones de la coalición en Afganistán el año pasado, voló 28.640 incursiones apoyo aéreo cercano, disparando sus armas 4.082 veces, según datos oficiales. Los aviones no tripulados dispararon 494 veces. Estos aviones también voló miles de misiones de vigilancia y vuelos que transportan tropas y carga. Los EE.UU. está negociando para dejar una pequeña fuerza residual en Afganistán después de 2014, pero desaparece el poder aéreo abrumadora.
El avión de transporte C-27 estancadas desde hace meses, y será removido de operación este año
Como parte de su estrategia de salida, Washington está ayudando a reconstruir la fuerza aérea afgana (AAF) - que actualmente no tiene aviones de ala fija ataque -, pero el gobierno se quejó de que el proceso es muy lento. El jefe de la fuerza aérea, un ex piloto de combate MiG-21 durante la ocupación soviética en la década de 1980, de vuelta a los tiempos antiguos, cuando la fuerza aérea afgana era una potencia regional. "Para aclarar la comparación de la Fuerza Aérea tuvo en el pasado con el ahora, te voy a dar el ejemplo", dijo. "En aquel entonces, era como andar en un vehículo blindado. Hoy en día es como si estuviera montando una bicicleta." La fuerza aérea anterior desapareció entre nubes de humo durante la guerra civil que siguió a la retirada soviética en 1989, tras 10 años de ocupación. "No hubo desunión entre nosotros comenzaron a luchar entre sí, peleamos entre nosotros mismos y destruir nuestra fuerza aérea", dijo Wardak.
"Pero hemos aprendido, sabemos que necesitamos para construir la unidad militar y del país." Las palabras fueron pronunciadas en la oficina de Wardak, en un gran complejo financiado por la Fuerza Aérea de los EE.UU., al lado del aeropuerto internacional de Kabul, pero como muchas cosas nuevas en Afganistán es más quimera que de fondo. "Tenemos muchos pilotos, pero ningún avión", confió un funcionario antes de la entrevista. Los aviones actualmente en operación en uso por AAF incluyen 43 helicópteros rusos - especialmente Mi-17 helicópteros de transporte y seis Mi-35 - dijo un portavoz del comando de entrenamiento aéreo de la OTAN en Kabul. La fuerza aérea afgana también tiene aviones de transporte, de ala fija, incluyendo 16 italianos C-27, pero no volaban durante varios meses el año pasado y están siendo desmantelada. "EE.UU. ha prometido darnos cuatro aviones de transporte C-130, y también se comprometió a dar 20 aviones de ataque ligero AT-6", dijo Wardak.
Mientras tanto, la Fuerza Aérea de los EE.UU. no decide LAS concurso, donde el Super Tucano de Embraer ha ganado en diciembre de 2011.
Fuerza Aérea de los EE.UU. ( USAF ) anunció el año pasado que fue la reapertura de una oferta para un contrato para la construcción de 20 aviones de ataque ligero a Afganistán, después de la cancelación de una concesión para el Super Tucano de Embraer de Brasil. La decisión final sobre el contrato no ha sido anunciado, aunque los primeros aviones que se entregarán en el segundo semestre de 2014. "La Fuerza Aérea está trabajando para llenar la solicitud del Ministerio afgano de Defensa para cuatro C-130H", dijo el portavoz Ed Gulick Air Force. "Además, la USAF está trabajando en la selección de la fuente para avionetas apoyo aéreo (LAS) para la Fuerza Aérea en Afganistán." Aviones de transporte C-27, también conocida como G222s, se espera que sirva como medio de transporte AAF en el aire por hasta 10 años después de haber sido entregado en 2009. Sin embargo, "las limitaciones de rendimiento de la aeronave y el contrato hecho con la Guardia Costera de los EE.UU. trató de sustituir un sistema G222 un ritmo mucho más rápido", dijo Gulick.
"La fecha del fin de las operaciones de vuelo está aún por determinar." El presidente Hamid Karzai dijo en una conferencia de prensa el mes pasado, dijo que los EE.UU. también había acordado proporcionar a las aeronaves para recoger información, pero el movimiento no era confirmado. Wardak dijo, para defenderse de las amenazas regionales en una de las más inestables del mundo?, El país también necesita luchadores, junto con los sistemas de defensa y radar antiaéreo. Los gobiernos de la OTAN y Occidente, deseosos de salir de un conflicto cada vez más impopular, hablar constantemente sobre la capacidad de las fuerzas de seguridad afganas para asumir la lucha solo. Pero los soldados y policías afganos ya están muriendo a un ritmo cinco veces superior a las fuerzas de la OTAN y sin apoyo aéreo será aún más vulnerable.
Fuente: http://www.cavok.com.br/
La Fuerza Aérea en Afganistán se limita a un avión de transporte y algunos helicópteros Mi-17 y aviones An-26.
Un joven de la Fuerza Aérea de Afganistán se parece más a una bicicleta de una máquina de combate moderno, dijo su comandante, pidiendo aviones avanzados para combatir a los talibanes mientras las fuerzas de la OTAN lideradas por los EE.UU. se preparan para retirarse. El poderío aéreo es crucial para un país escabroso, donde una deficiente red vial es a menudo minada por los insurgentes y el gobierno afgano está presionando para que los EE.UU. para aumentar su capacidad aérea antes de que los militares de EE.UU. sale el próximo año. "Nos enfrentaremos a retos enormes y complicados si los estadounidenses no proporcionan estos aviones", dijo el mayor general Abdul Wahab Wardak dijo a la AFP, enumerando una serie de aviones de ataque y de transporte que Afganistán necesita.
En Washington, el martes, el presidente Barack Obama anunció que 34.000 soldados estadounidenses abandonarán el país a finales de 2013, con la mitad restante de salir del país hasta finales de 2014, llevándose con ellos su potencia de fuego muy anteriormente. Durante los últimos 11 años, una vasta flota de aviones de combate, helicópteros de ataque, aviones no tripulados y aviones de transporte de la OTAN han apoyado a las tropas de tierra en operaciones contra los talibanes. Aviones de la coalición en Afganistán el año pasado, voló 28.640 incursiones apoyo aéreo cercano, disparando sus armas 4.082 veces, según datos oficiales. Los aviones no tripulados dispararon 494 veces. Estos aviones también voló miles de misiones de vigilancia y vuelos que transportan tropas y carga. Los EE.UU. está negociando para dejar una pequeña fuerza residual en Afganistán después de 2014, pero desaparece el poder aéreo abrumadora.
El avión de transporte C-27 estancadas desde hace meses, y será removido de operación este año
Como parte de su estrategia de salida, Washington está ayudando a reconstruir la fuerza aérea afgana (AAF) - que actualmente no tiene aviones de ala fija ataque -, pero el gobierno se quejó de que el proceso es muy lento. El jefe de la fuerza aérea, un ex piloto de combate MiG-21 durante la ocupación soviética en la década de 1980, de vuelta a los tiempos antiguos, cuando la fuerza aérea afgana era una potencia regional. "Para aclarar la comparación de la Fuerza Aérea tuvo en el pasado con el ahora, te voy a dar el ejemplo", dijo. "En aquel entonces, era como andar en un vehículo blindado. Hoy en día es como si estuviera montando una bicicleta." La fuerza aérea anterior desapareció entre nubes de humo durante la guerra civil que siguió a la retirada soviética en 1989, tras 10 años de ocupación. "No hubo desunión entre nosotros comenzaron a luchar entre sí, peleamos entre nosotros mismos y destruir nuestra fuerza aérea", dijo Wardak.
"Pero hemos aprendido, sabemos que necesitamos para construir la unidad militar y del país." Las palabras fueron pronunciadas en la oficina de Wardak, en un gran complejo financiado por la Fuerza Aérea de los EE.UU., al lado del aeropuerto internacional de Kabul, pero como muchas cosas nuevas en Afganistán es más quimera que de fondo. "Tenemos muchos pilotos, pero ningún avión", confió un funcionario antes de la entrevista. Los aviones actualmente en operación en uso por AAF incluyen 43 helicópteros rusos - especialmente Mi-17 helicópteros de transporte y seis Mi-35 - dijo un portavoz del comando de entrenamiento aéreo de la OTAN en Kabul. La fuerza aérea afgana también tiene aviones de transporte, de ala fija, incluyendo 16 italianos C-27, pero no volaban durante varios meses el año pasado y están siendo desmantelada. "EE.UU. ha prometido darnos cuatro aviones de transporte C-130, y también se comprometió a dar 20 aviones de ataque ligero AT-6", dijo Wardak.
Mientras tanto, la Fuerza Aérea de los EE.UU. no decide LAS concurso, donde el Super Tucano de Embraer ha ganado en diciembre de 2011.
Fuerza Aérea de los EE.UU. ( USAF ) anunció el año pasado que fue la reapertura de una oferta para un contrato para la construcción de 20 aviones de ataque ligero a Afganistán, después de la cancelación de una concesión para el Super Tucano de Embraer de Brasil. La decisión final sobre el contrato no ha sido anunciado, aunque los primeros aviones que se entregarán en el segundo semestre de 2014. "La Fuerza Aérea está trabajando para llenar la solicitud del Ministerio afgano de Defensa para cuatro C-130H", dijo el portavoz Ed Gulick Air Force. "Además, la USAF está trabajando en la selección de la fuente para avionetas apoyo aéreo (LAS) para la Fuerza Aérea en Afganistán." Aviones de transporte C-27, también conocida como G222s, se espera que sirva como medio de transporte AAF en el aire por hasta 10 años después de haber sido entregado en 2009. Sin embargo, "las limitaciones de rendimiento de la aeronave y el contrato hecho con la Guardia Costera de los EE.UU. trató de sustituir un sistema G222 un ritmo mucho más rápido", dijo Gulick.
"La fecha del fin de las operaciones de vuelo está aún por determinar." El presidente Hamid Karzai dijo en una conferencia de prensa el mes pasado, dijo que los EE.UU. también había acordado proporcionar a las aeronaves para recoger información, pero el movimiento no era confirmado. Wardak dijo, para defenderse de las amenazas regionales en una de las más inestables del mundo?, El país también necesita luchadores, junto con los sistemas de defensa y radar antiaéreo. Los gobiernos de la OTAN y Occidente, deseosos de salir de un conflicto cada vez más impopular, hablar constantemente sobre la capacidad de las fuerzas de seguridad afganas para asumir la lucha solo. Pero los soldados y policías afganos ya están muriendo a un ritmo cinco veces superior a las fuerzas de la OTAN y sin apoyo aéreo será aún más vulnerable.
Fuente: http://www.cavok.com.br/
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Re: Afganistan
Saludos
.Karzai prohíbe a las fuerzas de seguridad afganas pedir apoyo a la aviación de la OTAN
Tema de actualidad: Situación en Afganistán
Moscú, 17 de febrero, RIA Novosti.
El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, prohibió que las fuerzas de seguridad nacionales pidieran apoyo a la aviación de la OTAN durante las operaciones militares, comunicó una fuente de la administración del mandatario afgano.
Al intervenir la víspera en una reunión del Gobierno, Karzai declaró que “los extranjeros buscan impedir que Afganistán tenga un Gobierno fuerte, un poder viable, un Ejército apto y una juventud educada”. Añadió que emitirá un decreto que prohibirá a las fuerzas de seguridad afganas pedir apoyo a la fuerza aérea de la OTAN.
El miércoles pasado un ataque erróneo de aviones de la ISAF, bajo el mando de la OTAN, mató a 10 civiles, de ellos cinco menores y cuatro mujeres, en la provincia afgana de Kunar.
“Es una vergüenza que la Dirección Nacional de Seguridad pida apoyo aéreo a las fuerzas de la OTAN en los ataques que matan a nuestros ciudadanos”, declaró Karzai.
El mandatario afgano dijo estar convencido de que las fuerzas de seguridad nacionales podrán garantizar la paz y la tranquilidad en la república islámica tras la retirada del contingente de la OTAN en 2014
Re: Afganistan
Saludos
Lanzan seis misiles en la mayor base de EE.UU. en Afganistán
Publicado: 11 sep 2013 | 11:22 GMT Última actualización: 11 sep 2013 | 11:46 GMT
Fuente: RT Actualidad
La base aérea de Bagram en los alrededores de Kabul, la mayor base militar de EE.UU. en Afganistán, ha sufrido este miércoles por la madrugada un ataque con seis misiles.
Según los datos preliminares, el movimiento talibán ha asumido la responsabilidad de la ofensiva. La cadena iraní Press TV filtra que los militares estadounidenses confirman el ataque, aunque comentan que los misiles no han sido 'eficaces' y el incidente no ha producido víctimas.
Cabe recordar que este miércoles se cumplen 12 años del mayor atentado terrorista en la historia de EE.UU., que dejó unos 3.000 muertos, destruyó las Torres Gemelas en Nueva York y causó graves daños en el Pentágono, siendo este episodio uno de los precedentes para la guerra de Afganistán. El año pasado los terroristas 'conmemoraron' el 11-S con un ataque contra el consulado de EE.UU. en esa ciudad, que mató al embajador Christopher Stevens y sus tres ayudantes. Asimismo, este mismo miércoles por la mañana se ha registrado una explosión cerca de la sede del Ministerio de Exteriores de Libia en Bengasi, causando varias víctimas y graves daños en el edificio del Ministerio.
Re: Afganistan
Afganistán: Un soldado afgano abre fuego contra sus instructores de la OTAN
Un soldado afgano ha abierto fuego contra sus instructores de la OTAN, matando a uno de ellos e hiriendo a varios, informa AFP. Posteriormente las tropas de la OTAN mataron al soldado.
Los hechos ocurrieron en un campamento de entrenamiento de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, por sus siglas en inglés) situado en el este de Afganistán. De momento no se reportan más detalles del incidente.
http://actualidad.rt.com/ultima_hora/view/106837-afganistan-soldado-abre-fuego-instructores-otan
Bueno y seguirán cayendo como moscas esas ratas, solo a ellos se les ocurre q los van a recibir como princesas después de desbaratar un país.
Un soldado afgano ha abierto fuego contra sus instructores de la OTAN, matando a uno de ellos e hiriendo a varios, informa AFP. Posteriormente las tropas de la OTAN mataron al soldado.
Los hechos ocurrieron en un campamento de entrenamiento de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, por sus siglas en inglés) situado en el este de Afganistán. De momento no se reportan más detalles del incidente.
http://actualidad.rt.com/ultima_hora/view/106837-afganistan-soldado-abre-fuego-instructores-otan
Bueno y seguirán cayendo como moscas esas ratas, solo a ellos se les ocurre q los van a recibir como princesas después de desbaratar un país.
jeepero911- Distinguido
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Localización : MI hermosa Venezuela!!!!
Re: Afganistan
primera mujer piloto de la fuerza aerea de Afghanistan, visita los blue angels
HUNTER VZLA- Teniente
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Re: Afganistan
arriban 4 A-29 super tucano al aereopuerto Hamid Karzai de Afganistán
HUNTER VZLA- Teniente
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